Viernes 13 de Junio de 2025 | Aguascalientes.

Las llamas de la radicalización

Lupillo González | 11/06/2025 | 01:14

EL CONTINENTE ARDE. Y NO CON fuegos naturales, sino con las llamas peligrosas de la radicalización política, social y religiosa.
 
LAS SEÑALES ESTÁN AHÍ, quemando poco a poco los cimientos de la estabilidad, mientras líderes, seguidores y fanáticos agitan las brasas con discursos incendiarios y decisiones temerarias.
 
TODO PARECE TENER UN epicentro simbólico y literal en California, donde el mandatario estadounidense Donald Trump -una figura tan polarizadora como disruptiva- ha intensificado su cruzada contra los inmigrantes, desatando una ola de persecuciones que evocan capítulos oscuros de la historia moderna.
 
PERO LO MÁS ALARMANTE NO ES solo el discurso, sino sus ecos: el líder de Al Qaeda, Sa’ad Bin Atef Al-Awlaki, ha llamado a los musulmanes estadounidenses a iniciar la yihad o "Guerra Santa", en suelo norteamericano.
 
EL MENSAJE ES CLARO Y BRUTAL: SE avecinan días oscuros. Días que podrían cambiar el curso de la paz global.
 
PERO NO ES SOLO ESTADOS Unidos. En Colombia, el atentado del pasado 7 de junio contra el senador Miguel Uribe Turbay ha profundizado aún más la fractura social.
 
EL PAÍS, YA POLARIZADO, SE desangra entre bandos que se acusan mutuamente, alimentados por un discurso cada vez más agresivo desde el poder.
 
EL PRESIDENTE GUSTAVO PETRO mantiene su discurso radical que divide. ¿Le suena conocido este guion?
 
Y EN EL SUR DEL CONTINENTE, Argentina también tiene amenazas preocupantes. La condena a seis años de prisión e inhabilitación perpetua contra la exmandataria Cristina Fernández de Kirchner ha desatado una tormenta política.
 
DESDE EL ESTRADO, KIRCHNER arremetió contra la Corte Suprema, denunció conspiraciones “de las altas esferas” y profetizó un colapso nacional bajo el liderazgo de Javier Milei.
 
CERRÓ SU DISCURSO INCITANDO A sus seguidores con una advertencia escalofriante: “Esto va a estallar”.
 
ESTOS SUCESOS, AUNQUE geográficamente distantes y con contextos propios, comparten un mismo veneno: la radicalización.
 
SI NO SE ATIENDEN CON LA urgencia que exigen, si los liderazgos no dan un paso hacia la moderación y el diálogo, el continente puede transformarse en un barril de pólvora.
 
Y CUANDO LA CHISPA SE enciende, el fuego no pregunta por pasaportes ni ideologías.
 
LA HISTORIA ESTÁ EN MARCHA. Y puede ser trágica si esto se sigue radicalizando.