Martes 10 de Junio de 2025 | Aguascalientes.

De enchiladas y tacos: la oferta culinaria en la agenda México-Estados Unidos

Pia Taracena Gout | 07/06/2025 | 20:20

Es bien sabido que en la agenda de la relación bilateral México-Estados Unidos, existen tres temas principales y parece que únicos: Migración, Comercio y Seguridad. Son los más sensibles y marcados por la incapacidad de los muchos gobiernos, tanto estadounidenses como mexicanos, para encontrar soluciones que transformen la realidad. Los temas son importantes por qué es donde mejor se demuestran los intereses nacionales de ambas naciones. Cuando en la dinámica bilateral los intereses prevalecen al espíritu de cooperación, (al menos por uno de los actores), se vuelve más complejo encontrar un terreno común para solucionar los problemas. Claramente esa no ha sido la estrategia del presidente Trump. Cada uno tiene su propia dinámica, construye su nivel de relación intergubernamental, representa distintos niveles de confianza y desconfianza para la negociación, pero en conjunto construyen una visión estratégica de la relación bilateral.
 
Es claro que seguir al paso de los dictados de Donald Trump ha sido difícil en sus primeros días. Pero hasta ahora podremos decir que su dinámica de acción-reacción parece más bien la de un niño pequeño que de un hombre mayor con mucho poder de decisión. 
 
En el tema de migración, por ejemplo, podemos ver que lo que menos le importa es buscar una solución al dilema migratorio que vive su país. El tema no solo compete a México, es un dilema global. En ese sentido, pocas han sido las propuestas, hasta ahora de la administración Trump para no solo no buscar una solución regional, si no global. Sigue enmarcado en una visión de seguridad nacional y las medidas en contra de los migrantes se han endurecido cada vez más. 
 
La más reciente es la prohibición a nacionales de 12 países que no podrán entrar más a Estados Unidos, debido a que connacionales suyos han excedido su estancia con visas caducadas. La evaluación la hizo el departamento de Estado y el anuncio fue del presidente: prohibición total a Afganistán, Myanmar, Chad, República del Congo, Guinea Ecuatorial, Eritrea, Haití, Irán, Libia, Somalia, Sudán y Yemen. Restricción parcial para: Burundi, Cuba, Laos, Sierra Leona, Togo, Turkemistán y Venezuela. 
 
Lejos, muy lejos queda la idea que buscaba alguna vez el gobierno de México de lograr una enchilada completa en el tema migratorio, que buscaba un acuerdo integral de migración entre México y Estados Unidos. El acuerdo hubiera podido servir de modelo internacional. Buscaba que millones de residentes mexicanos ilegales, dejaran de serlo encontrando un camino a su regularización. Pero la circunstancias en torno al 11 de septiembre 2001 enfatizaron más el enfoque de seguridad sobre el migrante, a quién de por sí, si era indocumentado, se le criminalizaba desde hacía mucho tiempo.
 
La otra referencia culinaria es más reciente, la del taco trade que, en estos días tormentosos de junio, irritó tanto al presidente norteamericano. El taco trade es un acrónimo utilizado por Robert Amstrong, columnista del Financial Times, para criticar la estrategia de amenaza-esperar reacciones- echarse para atrás, que ha llevado a cabo el presidente Trump en el tema de los aranceles.
 
Lo que ha provocado, incertidumbre, caída de mercados, e incapacidad de negociación efectiva por parte de los países afectados. Ah pero que significa taco, no es desgraciadamente una nueva receta mexamerican, ni un nuevo descubrimiento de estrella Michellin, quiere decir: Trump always chickens out, Trump siempre se raja, (otra referencia culinaria) ya que ha aplazado constantemente el tema de los aranceles con ciertos países, hasta que furioso por la misma, Trump decretó el 4 de junio 2025 que subiría los aranceles al acero y aluminio en 50%, medida que afecta a México por supuesto. El gobierno de México, en voz del secretario de Economía Marcel Ebrard calificó de injusta, insostenible e inconveniente, sobre todo porque asegura que México tiene déficit en este rubro con Estados Unidos.
 
Lo que Trump busca es proteger a la industria estadounidense y crear empleos allá. Si bien sí se ha logrado una reducción del envió de la materia prima de México a Estados Unidos, seguimos siendo, junto con Canadá y Brasil los principales exportadores del acero a dicho país. La medida es a todas luces contraria al T-Mec y México tiene dos caminos posibles: ir a convencer al gobierno estadounidense, como lo intenta el secretario Ebrard, de que nos excluyan del asunto o utilizar las instancias correspondientes para aplicar represalias a Estados Unidos por violar el acuerdo comercial. En suma, buscar que Trump se coma el taco completo, es decir, que se eche para atrás en la propuesta, al menos para México. Trump parece decir que por ahora, ni enchiladas ni tacos en su mesa, por el momento puras hamburguesas.