Domingo 8 de Junio de 2025 | Aguascalientes.

HUGO AGUILAR; ENTRE LA JUSTICIA Y LA IDENTIDAD

Alan Capetillo | 06/06/2025 | 11:33

Hugo Aguilar Ortiz será el nuevo presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Aunque mucho se puede decir sobre la legitimidad de la elección con la que ha llegado a este alto cargo, lo cierto es que lo que parece públicamente relevante en este momento es el énfasis público que se le da a su identidad como un “indígena mixteco”. Es decir, como sucede con todos los fenómenos postmodernos, donde las emociones han sustituido a las razones, lo que en este momento gobierna el pensamiento colectivo no es el perfil académico o profesional de un individuo, sino la narrativa sentimental y simbólica que lo envuelve. Es indígena y, al parecer, es lo único relevante. Su identidad como legitimación de todo.

Que no tiene perfil judicial, que su formación académica parece tener deficiencias o que la idea de justicia que pretende instalar en la Corte resulte problemática son cuestiones secundarias -e irrelevantes- frente a la variable que lo legitima todo: su identidad; es un indígena y, por consecuencia, representante universal de las víctimas de una opresión histórica que debe ser reivindicada. La justificación permanente de todo relato de izquierda.

Que ese victimismo sea más bien un estereotipo que una realidad no importa. Que en nuestro pueblo criollo y mestizo no se pueda definir exactamente quién es un indígena -y quién no- tampoco. Que empezar a subordinar la eficacia de la ley al color de la piel no sea otra cosa que discriminación se ignora. Que sustituir la justicia por la identidad y la razón por los sentimientos sean ideas eternamente fracasadas en toda clase de ejemplos históricos también queda de lado. Que la razón es una, universal e independiente de las identidades, se olvida. Solo importa el sentimentalismo de la narración, las figurativas víctimas supuestamente reivindicadas por el encumbramiento de su simbólico representante en la Corte.

Para todo aquel que entienda que el concepto moderno de justicia tiene que ver con los hechos de los hombres y no con sus identidades, la narrativa que envuelve a Hugo Aguilar Ortiz no puede ser vista sino como peligrosa. La justicia no es una cuestión de reivindicaciones -o intereses- colectivos, eso es la política. La justicia -como idea moderna, liberal e ilustrada- parte, por principio, de la reivindicación de los derechos y los hechos del individuo. Si se es hombre, mujer, homosexual, heterosexual, mestizo, criollo o indígena es irrelevante. Los hombres deben ser juzgados por sus hechos. «Sueño que mis cuatro hijos pequeños vivirán un día en una nación donde no serán juzgados por el color de su piel, sino por el contenido de su carácter», fueron las palabras con las que lo sintetizó Martin Luther King.

Haya sido como haya sido, Hugo Aguilar Ortiz será presidente de la Corte. Pero lo será como ciudadano mexicano y no como indígena mixteco, como abogado y no como tlatoani, como hombre y no como símbolo. Como tal deberá ser juzgado y criticado desde la razón y no desde los sentimientos, desde los hechos y no desde la narrativa. Para quienes verdaderamente entiendan lo que es la justicia, su identidad no deberá significar nada, representar nada, ni justificar nada…