Las catinonas sintéticas, los opiáceos semisintéticos y los cannabinoides están generando preocupación en Europa, donde las autoridades advierten que los cambios rápidos en el mercado pueden aumentar los riesgos para la salud y la seguridad, además de poner a prueba la preparación de la región ante estos desafíos.
Esta es una de las principales conclusiones del informe 2025 de la Agencia Europea de la Unión sobre las Drogas (EUDA), presentado este jueves en Lisboa, donde se encuentra su sede.
El comisario europeo de Interior, Magnus Brunner, destacó la importancia de contar con datos precisos para desarrollar políticas eficaces frente a este fenómeno y destacó la necesidad de fortalecer la cooperación entre los países miembros de la Unión Europea y con naciones fuera de la comunidad.
"Es necesario mejorar la cooperación internacional con países fuera de la UE mediante acuerdos de seguridad con terceros", afirmó Brunner.
Recientemente, Europol firmó un acuerdo con Brasil, y tienen planes de extenderlo a Colombia y otros países de América Latina.
El informe revela un aumento en la disponibilidad de catinonas sintéticas, lo que se refleja en "importaciones e incautaciones sin precedentes". Estas sustancias, conocidas como 'sales de baño', son estimulantes artificiales con una estructura química similar a la de la catinona, que se encuentra en la planta de khat.
En 2023, se importaron al menos 37 toneladas de catinonas sintéticas a Europa, comparado con las 27 toneladas de 2022 y las 4,5 toneladas de 2021. La mayoría provino de India, principalmente a través de los Países Bajos. Además, en 2023 se desmantelaron 53 fábricas de catinonas sintéticas en la UE, en su mayoría en Polonia.
El informe también destaca la expansión de los opiáceos sintéticos en los países bálticos, a pesar de su "presencia relativamente baja" en el mercado europeo. Desde 2009, han aparecido 88 nuevos opiáceos sintéticos, similares a la heroína, que son muy potentes y su consumo puede ser fatal. Además, cada vez es más fácil obtener estos opiáceos como medicamentos falsos, lo que podría aumentar el consumo entre los jóvenes.
En cuanto al cannabis, se calcula que 24 millones de europeos entre 15 y 64 años lo consumieron en el último año, convirtiéndolo en la droga más consumida en Europa. Sin embargo, algunos productos de cannabis vendidos en el mercado negro podrían estar adulterados con cannabinoides sintéticos muy potentes, sin que los usuarios lo sepan.
Aunque las restricciones de China en 2021 redujeron la disponibilidad de cannabis en Europa, los cannabinoides semisintéticos han aumentado.
Por último, la cocaína sigue siendo el estimulante ilegal más consumido en Europa, con 4,6 millones de adultos consumidores. Este fenómeno sigue siendo una gran preocupación por sus efectos negativos sobre la salud pública. La cocaína es también la segunda droga más reportada por las personas que buscan tratamiento de drogodependencia.
El informe destaca que en 2024, España registró la mayor incautación de cocaína de su historia en un solo cargamento, con 13 toneladas ocultas en plátanos provenientes de Ecuador. En 2023, Bélgica, España y los Países Bajos concentraron el 72 % de las incautaciones de cocaína en Europa.
