Sábado 7 de Junio de 2025 | Aguascalientes.

La ciudad de los charcos

Leopoldo Pacheco | 05/06/2025 | 12:41

LA RECIENTE TROMBA QUE AZOTÓ San Luis Potosí ha dejado al descubierto una problemática que, aunque recurrente, parece ignorarse en cada ciclo de administración municipal.

EN CUESTIÓN DE CINCO MINUTOS de lluvia intensa, las calles se convierten en ríos, y la capital potosina se sumerge en un caos que no solo afecta la movilidad, sino que pone en riesgo la vida de sus ciudadanos.

LOS PUENTES MANUEL JOSÉ Othón, Naranja y Pemex, junto con arterias vitales como la avenida Universidad y Morales-Saucito, se vieron rápidamente inhabilitados por las inundaciones.

LO QUE DEBERÍA SER UN SISTEMA de drenaje eficiente se transforma en un colapso total, evidenciando que las obras realizadas son meras soluciones temporales, diseñadas más para lucir en el informe final de un gobierno que para ofrecer un cambio sustentable a largo plazo.

LA FALTA DE PLANEACIÓN Y DE UN enfoque integral en el desarrollo urbano ha sido un factor determinante en esta crisis.

LA PROLIFERACIÓN DE desarrollos inmobiliarios ha acabado con los cauces naturales que, en condiciones normales, funcionarían como amortiguadores ante las lluvias.

LA CONSTRUCCIÓN DE RÍOS DE concreto, sin un análisis de sustentabilidad adecuado, ha llevado a que el agua ya no se absorba, sino que se desplace a gran velocidad, generando estragos a su paso.

LA SITUACIÓN SE AGRAVA POR UN drenaje arcaico, saturado de basura, que no ha sido renovado ni ampliado para satisfacer las necesidades de una población en crecimiento. El resultado es un sistema incapaz de manejar las precipitaciones pluviales, convirtiendo cada lluvia en un evento catastrófico.

LA TORMENTA QUE REVELA LA INCOMPETENCIA

ESTE CICLO DE INUNDACIONES que se repite año tras año no es solo un inconveniente; es una crisis que exige atención inmediata. La comunidad potosina merece un compromiso real por parte de sus autoridades, que vaya más allá de obras superficiales y temporalidades políticas.

ES HORA DE IMPLEMENTAR UN plan de infraestructura que contemple la realidad climática actual y futura, que respete los cauces naturales y que priorice la seguridad y bienestar de la población.

EN UN MUNDO DONDE EL cambio climático ya no es una teoría, sino una realidad palpable, resulta inaceptable que San Luis Potosí siga atrapado en un ciclo de improvisación. La lluvia no debe ser un enemigo; debe ser parte de un ecosistema que, si se maneja adecuadamente, puede beneficiar a la ciudad en lugar de convertirla en víctima de su propia ineficiencia.

LA RESPONSABILIDAD RECAE NO solo en los actuales administradores, sino también en cada uno de nosotros, como ciudadanos, para exigir un cambio verdadero y duradero.

HASTA LA PRÓXIMA.