Domingo 17 de Agosto de 2025 | Aguascalientes.

De Bienestar, patos y cabezas que pronto rodarán

Sísifo | 05/06/2025 | 11:27

Pues que ya esta pasando la cruda electoral de este domingo —de esas que ni con suero ni barbacoa levantan— y como buenos mexicanos, empieza la cacería de culpables. Que si los magistrados son lejanos, que si nadie entendió la elección judicial, que si el INE no avisó… El caso es que la participación a nivel nacional apenas superó el 12 %, una de las más bajas en la historia de procesos electorales organizados por el INE desde su fundación. Por supuesto, en Palacio Nacional esto fue recibido como una bofetada, especialmente porque se esperaba que los programas sociales movilizaran a sus millones de beneficiarios. Pero no, la base no salió.
Y como para buscar culpables somos especialistas, gobernadores, alcaldes, senadores, diputados y demás fauna electoral ya apuntaron sus deditos flamígeros hacia la Secretaría del Bienestar. ¿Por qué? Porque desde ahí se concentra la dispersión de los millones de apoyos sociales al mes y se controla a los omnipresentes Siervos de la Nación.
El aparato es grande: según datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, en 2024 la Secretaría del Bienestar ejerció un presupuesto superior a los $555 mil millones de pesos, de los cuales más del 70% se dispersó vía transferencias directas. Esos recursos, además de su función social —que no está en discusión— han servido históricamente como músculo electoral. La encomienda no era menor: asegurar la movilización de esos millones de beneficiarios en un proceso que necesitaba legitimarse.
Pero al parecer, se tiraron a la hamaca, se cansaron… o se hicieron patos. Nadie sabe a ciencia cierta qué pasó, pero sí se sabe que pronto los llamarán a cuentas. Ya sin la presión de un proceso electoral inmediato, hay nombres sobre la mesa. Desde hace semanas se acumulaban quejas contra Ariadna Montiel y sus superdelegados, por su actitud déspota y prepotente, tanto en los estados como en oficinas centrales. Recordemos el episodio que trascendió en San Lázaro, cuando el coordinador de los diputados guindas tuvo que intervenir para calmar los reclamos de legisladoras y legisladores que acusaban abandono, descoordinación y soberbia de los operadores del Bienestar.
En ese momento, la titular de Bienestar se fajó y, con el respaldo de la presidenta Sheinbaum, aseguró que no necesitaban de esos legisladores para operar la elección. Que no se entrometieran, ni entorpecieran su labor. Que ella y sus superdelegados se bastaban solitos. Pues ahí están los resultados: fracaso rotundo en participación, en operación territorial y en capacidad de control.
Tan mal estuvo la cosa, que hoy diversas huestes guindas exigen en congruencia que más de algún delegado renuncie o sea removido. Y si la lógica política impera —que en este país es mucho suponer— la titular nacional debería correr la misma suerte. Porque a los reclamos de diputados y senadores ya se sumaron varios gobernadores cuatroteístas, que ahora sí sacaron las uñas y dedos flamígeros.
Por lo pronto, desde aquí, desde El Lunar Azul, vemos cómo Ariadna intenta sostener la roca, pero cada vez pesa más. No sé si la subirá de nuevo… o si esta vez la dejará rodar.
Y para cerrar con broche de oro, y como botón de muestra en nuestro pequeño lunar azul de ese tema, el día de ayer, en la conferencia de prensa que realiza cada miércoles el comité estatal de Morena, se hizo pasar un mal rato a los compañeros de los medios, específicamente a Raúl Cobos, quien fue increpado y presionado sin sentido por la encargada de prensa de dicho comité (cuota, claro está, del delegado del Bienestar). Todo porque no se registró en una lista que, a estas alturas, parece más importante que las conferencias mismas.
Y así lo hacen también en las conferencias del Bienestar, donde igualmente te exigen anotarte en una lista cuya finalidad sigue siendo un misterio digno de expediente clasificado. En fin… luego se quejan los guindas de que no se les da cobertura mediática o de estar cercados en ese tema, pero, pues, no se ayudan. Con esos malos tratos y la torpeza de parte de sus encargados de medios, ni cómo echarles la mano.
En fin: genio y figura. Lo malo de tener en el poder a funcionarios con ínfulas de prócer pero sin la educación —formal ni informal— para sostener siquiera una conversación y trato decentes.
 
Para mañana: “Las postales del poder”
 
Hasta aquí subió la roca.