Domingo 17 de Agosto de 2025 | Aguascalientes.

México necesita escucharse

Juan Carlos Soledad Pérez | 01/06/2025 | 09:39

¿Cómo se construye un país en medio de la polarización y la desconfianza? La respuesta está en el Diálogo Social. México requiere de la participación activa y coordinada de todos los sectores: colaboradores, empresarios, líderes sociales y autoridades.

Vivimos tiempos retadores. La incertidumbre jurídica, la inestabilidad económica y los problemas de seguridad, sumados a los desafíos globales, exigen respuestas colectivas y acciones conjuntas. Divididos, no lograremos avanzar. Urge reforzar los mecanismos de diálogo y cooperación que permitan crear condiciones favorables para el desarrollo integral de las personas y del país.

El pasado 19 de mayo se llevó a cabo el “Encuentro de Sindicatos y Empleadores. Diálogo Social en Acción: Soluciones para el Futuro del Trabajo”. Este evento reunió a representantes de los sectores productivos de todo el país en un espacio plural, con el objetivo de reflexionar y proponer soluciones concretas ante los retos laborales.

Este encuentro marcó un hito en la relación entre trabajadores y empleadores, renovando la nueva política laboral impulsada a fines del siglo XX por el ex Presidente de Coparmex Carlos Abascal. Por encima de los intereses particulares, se demostró que es posible coincidir en lo esencial, construir acuerdos y proponer acciones conjuntas que generen valor compartido. Como resultado, se conformó el Consejo Nacional Social, Económico y Ambiental, un órgano que representa un paso firme hacia una nueva etapa de colaboración basada en el respeto, la corresponsabilidad y el enfoque en el trabajo digno.

Como lo expresó el presidente nacional de Coparmex, Juan José Sierra Álvarez, este consejo será “un espacio donde cada propuesta nazca del consenso, cada ruta de acción defienda el empleo formal y priorice el bienestar de nuestras familias y de toda la sociedad. Será también un laboratorio de soluciones, capaz de anticipar retos emergentes —digitalización, cambio climático, movilidad laboral— y de proponer políticas públicas innovadoras”. Este modelo se inspira en experiencias internacionales exitosas, que han probado su capacidad para mejorar la productividad, elevar la calidad de vida y proteger el medio ambiente.

Es momento de replicar este tipo de esfuerzos a nivel nacional, y de invitar a más actores sociales y organizaciones comprometidas con el desarrollo del país. El diálogo social no debe ser una excepción, sino una práctica constante en todos los rincones de México.

En Aguascalientes, este espíritu de colaboración ha sido una constante durante décadas. A través de la Comisión Laboral de Coparmex y gracias a la apertura de los líderes sindicales, se ha mantenido un diálogo permanente centrado en la persona y la productividad. Esta relación ha sido clave para resolver conflictos, pero más allá de eso, ha generado condiciones para fomentar la inversión, impulsar el empleo formal y garantizar el bienestar de miles de familias en el estado.

Además del diálogo tripartito tradicional —trabajadores, empleadores y gobierno—, es fundamental reconocer el papel de otros actores en la construcción del tejido social. En este sentido, destaca el encuentro promovido por USEM Aguascalientes en mayo, que reunió a empresarios, líderes sindicales y sacerdotes, con la presencia de nuestro obispo, Monseñor Juan Espinoza. Fue un ejercicio profundo de reflexión colectiva, donde se abordaron los principales retos sociales y económicos que enfrenta nuestra comunidad. De este diálogo surgieron compromisos personales que fortalecen la corresponsabilidad de todos los sectores en la solución de problemas comunes.

Estos ejemplos muestran que, cuando se abren espacios de escucha y entendimiento, se generan soluciones reales y sostenibles. El diálogo no solo resuelve diferencias: construye puentes de confianza, genera desarrollo y fortalece la cohesión social.

Estamos convencidos de que solo a través de la unidad y la colaboración podremos enfrentar con éxito los desafíos del entorno actual. México necesita reencontrarse consigo mismo desde una lógica de cooperación, empatía y bien común. No podemos permitirnos el lujo de seguir divididos en un mundo que cambia aceleradamente y que requiere de respuestas ágiles, incluyentes e innovadoras.

Hoy, el llamado es claro: avancemos juntos hacia un modelo de desarrollo en el que nadie se quede atrás. Un México más justo, competitivo y solidario es posible si fortalecemos los canales de diálogo y participación entre todos los sectores.

El diálogo social no es solo un ideal abstracto: es la ruta para transformar realidades y construir un futuro con más oportunidades para todas y todos. Unamos esfuerzos. México lo necesita ¡Juntos podemos construirlo!