La elección judicial del 1 de junio en México tiene más desventajas que ventajas, entre ellas, que a los cargos en disputa en esos comicios «lleguen malos perfiles» o funcionarios sin conocimiento en derecho, un riesgo que era evitable pero que decidieron correr quienes aprobaron la reforma al Poder Judicial, señalaron a EFE especialistas.
La polémica elección en el Poder Judicial tiene como origen la reforma constitucional que promulgó en septiembre de 2024 el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador (2018-2024), y cuenta con el respaldo de la actual mandataria, Claudia Sheinbaum, quien llegó al poder el 1 de octubre de 2024.
“La primer gran desventaja es que esta reforma judicial es una verdadera purga de cargos judiciales”, dijo en entrevista con EFE Javier Martín Reyes, doctor en Derecho por el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Explicó que todas las personas que hoy son jueces a nivel federal y local y desde los ministros de la Suprema Corte hasta el último juez de primera instancia del ámbito local van a dejar sus puestos en 2025 o en 2027 y “eso va a ser una pérdida brutal de capital humano”.
Los costos de la elección
Reyes explicó que si se revisan las listas de todos los cargos por los cuales los ciudadanos van a votar “se conocen a muy pocos, y eso es un costo”.
También señaló que “el hecho de que con una altísima probabilidad vayan a llegar malos perfiles, perfiles que no sabemos si saben derecho o no, es un riesgo que era perfectamente evitable que, sin embargo, quienes aprobaron la reforma decidieron correr”.
Además, advirtió que otras desventajas “se verán una vez que empiecen a funcionar los tribunales” ya que desde su óptica “habrá personas que podrían llegar al cargo sin jamás haber pisado un juzgado o haber estado en un tribunal, por una sencilla razón: no es requisito tener experiencia para ser juez de distrito”.
En México, las elecciones judiciales han estado envueltas en distintas polémicas, entre ellas, las denuncias contra una veintena de candidatos que presuntamente tendrían nexos con el narcotráfico; postulación de candidatos afines al gobierno, limitado presupuesto y centros de votación.
Para José Antonio Álvarez León, doctor en derecho en la Facultad de Estudios Superiores Acatlán (FES Acatlán) de la UNAM, existen puntos a destacar que le vendrán bien al Poder Judicial con esta elección.
Recordó que hasta antes de la reforma y la elección “el judicial era el único poder que se autorregulaba”, además, de que las tendencias democráticas del equilibrio de poder ahora “serán más abiertas”.
“Por historia, las cortes siempre son muy cerradas a una lógica de poder y de acceso a él, y eso también va a ayudar, pero tenemos que ver cómo sucede la práctica”, expuso.
Anticipan jornada desolada
Alvárez, con amplia experiencia en derecho penal, cree que la elección “va a ser un ejercicio democrático, como dirían los viejos teóricos, donde se va a evidenciar la tiranía de la mayoría y la decisión será de los pocos que voten”.
“Creo que va a ser una jornada desolada, con poca gente porque me parece complejo eso de las boletas, los que estamos adentrados en el tema entendemos el proceso, pero la gente común, la gente mayor, los jóvenes que van a votar por primera vez creo que no (…) además el proceso ha tenido mucho desinterés”.
Los 3.422 candidatos a jueces, magistrados de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) concluyeron este miércoles una campaña de 60 días, en la antesala de la inédita elección del 1 de junio, cuando casi 100 millones de mexicanos elegirán 881 cargos del Poder Judicial.