La elevada inflación y la caída en la confianza del consumidor mexicano ante periodos de alta incertidumbre están generando cambios en el consumo.
En el reporte, "México: oportunidades en un contexto de incertidumbre", elaborado por NIQ Nielsen, se revela que la reducción en la confianza del consumidor, combinada con riesgos externos y tensiones geopolíticas, se muestra que la transformación en el ánimo social ha detonado nuevos patrones de compra, más racionales y enfocados en el valor.
Por ejemplo, 74 por ciento de los mexicanos afirma que tomará alguna acción para cuidar su gasto en los próximos meses.
De hecho, según el reporte, esto se traduce en comportamientos como la búsqueda activa del canal con el precio más bajo, es decir en "cazadores de precios", pero también en la priorización de categorías esenciales, la reducción del consumo, la elección de tamaños que equilibren desembolso y rendimiento, así como la búsqueda de promociones.
De hecho, el estudio mostró que actualmente 44 por ciento de los consumidores ya elige marcas en promoción.
NIQ Nielsen encontró que las categorías más promocionadas son desodorantes, cereales, shampoo, cervezas y jabón y que la sensibilidad al precio varía según el tipo de producto y nivel socioeconómico.
Por ejemplo, en hogares de niveles de ingresos bajos predomina la sustitución por productos más baratos, incluso dentro de lo esencial.
En niveles medios hay una migración o intercambio entre categorías buscando mayor valor.
En niveles altos se mantiene un blindaje en productos esenciales, pero con apertura a pruebas por promoción.
En todos los canales los productos no esenciales enfrentan una disipación de compra, postergándose o descartándose por completo.
"Estamos viendo un cambio profundo en los hábitos de consumo. El mexicano promedio está priorizando, comparando y adaptándose a un entorno complejo", advirtió Raquel Jiménez, customer success leader de NielsenIQ México.
Agregó que, aunque el panorama global presenta incertidumbre por tensiones comerciales y presiones inflacionarias, México aún tiene áreas de oportunidad claras.
"La clave estará en fortalecer el mercado interno, impulsar la inversión en infraestructura estratégica y apoyar al consumidor que, hoy más que nunca, está tomando decisiones inteligentes y basadas en valor", agregó Jiménez.