Uno de los temas que más ha tratado el papa León XIV es el de la paz. Para sorpresa de propios y extraños la primera palabra que expresó el día de su elección ante la multitud que le esperaba en la plaza de san Pedro, fue la misma utilizada por Jesús resucitado en sus encuentros con los apóstoles: la paz sea con ustedes. La paz, es un tema que ha quedado claro en la agenda del papa León XIV, esto ha sido así debido a la situación por la que atravesamos como sociedad.
Las constantes tensiones que se viven en diversas regiones del mundo hacen que este sea un tema actual. Tema que preocupa no sólo al papa sino al orbe entero. Los tres años ya de la guerra en Ucrania, los conflictos en Gaza y otros tantos conflictos que hacen que lamentablemente nos convirtamos en una sociedad que carga sobre sí el peso de la tragedia ante la muerte y destrucción. El papa en su primer rezo del Regina coeli hablaba del peligro de una tercera guerra mundial, situación que también advirtió el papa Francisco.
Ante el drama de la guerra quizá tan lejana para nosotros como mexicanos, pero a la vez expresaba de diversas maneras a través del crimen organizado, siempre queda una inquietud: frente a todo esto, ¿qué podemos hacer nosotros?
El papa León XIV nos dice: “La paz comienza con cada uno de nosotros, de la forma en que miramos a los otros escuchamos a los demás, hablamos de los demás y en este sentido el modo en que nos comunicamos”. En el fondo el papa nos invita a todos a pensar en nosotros mismo y darnos cuenta que cada uno de nosotros desde nuestras actitudes podemos convertirnos en actores importantes como constructores de la paz. Estoy convencido que todos nosotros podemos hacer algo a favor de la paz. Jesús en el sermón de la montaña nos dice: “dichosos los que trabajan por la paz porque serán llamados hijos de Dios”. La construcción de la paz es tarea de todos y en ella ninguno de nosotros debemos sentirnos excluidos. Según la lógica del Sermón de la montaña la lucha por la paz es la condición para que se nos llame hijos de Dios, el cual sin temos a equivocarme es el mejor y mayor de los títulos que nosotros podemos poseer. La caracteristica de los hijos de Dios, de los cristianos es el empeño por ser constructores paz.
Quiza no sorprenda a algunos que el papa León XIV nos hable de paz pues sin duda que es un tema recurrente en muchos pontífices, sin embargo si llama la atención que el deseo de paz haya sido su primer deseo al mundo entero.
Estimado lector, que todos nos convirtamos en constructores de paz desde el lugar en donde nos encontremos. No olvidemos aquella frase atribuida a madre Teresa de Calcuta: “la paz comienza con una sonrisa”.
Feliz domingo a todos.