Aguascalientes, AGS; Durante la ceremonia de honores a la bandera correspondiente al mes de mayo, realizada en el Campus Sur de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, la rectora Sandra Yesenia Pinzón Castro hizo un llamado a reconocer y valorar la lucha histórica de las mujeres hacia la igualdad, la justicia y el respeto a los derechos humanos. En el acto, que reunió a autoridades universitarias, representantes del Bachillerato General Militarizado “José María Chávez” y estudiantes del Centro de Ciencias Empresariales, se recordaron las efemérides más significativas del mes, como el Día de las Madres, el Día del Maestro y el Día del Estudiante, pero también se destacó una fecha que suele pasar desapercibida: el 15 de mayo de 1961, cuando Ma. Cristina Salmorán fue nombrada ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Pinzón Castro subrayó la relevancia de este nombramiento como un hecho histórico en el avance de las mujeres dentro de las estructuras de poder del país. Señaló que Salmorán fue una pionera que, en un contexto de discriminación y misoginia, logró abrirse paso hasta convertirse en una defensora incansable de los derechos laborales y presidenta de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje. Su trayectoria, afirmó la rectora, es ejemplo de esfuerzo, preparación y vocación de servicio, y su legado es una muestra de que la equidad de género no es un favor concedido, sino el resultado de una lucha constante y colectiva.
Durante su intervención, Pinzón enfatizó que la equidad ya no puede ser vista como una curiosidad o demanda marginal, sino como un principio fundamental de las sociedades democráticas. Reconoció que aún existen brechas por cerrar y desafíos por afrontar, pero reiteró que la Universidad Autónoma de Aguascalientes, como institución pública, tiene la responsabilidad de ser agente activo en la construcción de una cultura basada en la equidad, el respeto y la paz.
La ceremonia concluyó con un llamado a continuar el camino hacia una sociedad más justa desde el ámbito educativo, legislativo y en las prácticas cotidianas, en donde el reconocimiento a las mujeres que rompieron barreras sea también una forma de fortalecer el compromiso con la dignidad y los valores que deben regir la vida pública.
