Domingo 1 de Junio de 2025 | Aguascalientes.

DÍA DEL MAESTRO: ENTRE FESTEJOS Y AUSENCIAS

Jorge Antonio Rangel Magdaleno | 19/05/2025 | 11:12

A lo largo de los años, los festejos con motivo del Día del Maestro, se han ido extendiendo cada vez más, en esta ocasión, fueron tres días, desde el miércoles y hasta el viernes, que las y los maestros suspendieron las clases para poder asistir a todos los eventos que se prepararon en su honor.

En México celebramos el Día del Maestro como forma de reconocimiento a la labor titánica que llevan a cabo los docentes, el trabajo de las y de los maestros implica una enorme responsabilidad, sobre todo en estos tiempos en los que la educación, compite con muchos distractores como las redes sociales, la deserción, la falta de recursos, entre otros; por ello, es de gran relevancia la labor del docente, así como reconocer su trabajo.

Sin embargo, hoy en día, la celebración no se circunscribe a un solo día, prácticamente celebran la semana del maestro, lo que se vuelve preocupante porque uno de los principales problemas que se registran en el magisterio es el ausentismo laboral; todos tenemos un hijo, sobrino o vecino, que asiste a la escuela y es muy común que diariamente falten a clases dos o tres maestros; pero además, no hay sanciones, porque el sistema se ha vuelto muy permisivo.

Esta reflexión puede sonar extraña en voz de un sindicalista, sin embargo, es preciso reconocer que como en todo, debe haber un equilibrio, claro que es de vital importancia tener buenas condiciones de trabajo, pero debemos evitar caer en situaciones que mermen el resultado y la calidad educativa; lamentablemente el ausentismo cada vez mayor, pone en riesgo la formación del alumnado.

Como docentes y también como padres de familia, debemos estar conscientes de que a los estudiantes cada vez les cuesta más trabajo avanzar en sus aprendizajes, y en muchos casos -aclaro, no son todos- los maestros no se ven comprometidos, al contrario, parece que se abusa de los beneficios que se les otorgan.

Por eso, debemos ser responsables, como sindicalistas, sabemos que tenemos la obligación de defender los derechos de las y los maestros, debemos pugnar por buenas prestaciones, buenos ingresos y estabilidad laboral; pero hay una línea delgada que no debemos cruzar, a fin de no disminuir la calidad de la educación en ningún nivel, esto solamente perjudica a los estudiantes y a la sociedad.

Peor aún, esas deficiencias crecen conforme los alumnos van subiendo de grado y al llegar a la educación superior, lo hacen con muchas carencias en su formación, que también les impiden avanzar en su profesión o bien resultan ser profesionistas mediocres.

El problema no es que los maestros celebremos nuestro día, el problema es que no tomemos en serio nuestro papel de formadores de hombres y mujeres, en cuyas manos estarán los destinos de nuestra sociedad, de nuestro estado y de nuestro país.