Es urgente que el Gobierno federal destrabe las normativas para proyectos de inversión y ejecute lo que en papel ya plasmó en el Plan México, coincidieron representantes empresariales.
Este plan establece mecánicas para destrabar proyectos de inversión privada en infraestructura, como la energética o la hídrica, abundaron, pero es crucial pasar a instrumentarlas para poder rescatar las cadenas de suministro dentro del T-MEC.
"Es un tema de ejecución, y México tiene claro lo que tiene qué hacer, el chiste es ponernos a ejecutar el Plan México en el que todos deberíamos trabajar colectivamente para impulsarlo, me parece bien que esté por escrito, pero necesitamos trabajar en su ejecución", sentenció Emilio Cadena, director de Prodensa.
Al Gobierno le toca resolver la parte política en la que las empresas están impedidas a intervenir, como es el caso de la seguridad nacional, la crisis migratoria y las negociaciones comerciales entre socios del T-MEC, consideró Bernardo Martínez, vicepresidente de asuntos corporativos y director general de la cervecera Constellation Brands México.
Ambos participaron en un panel sobre "Allyshoring", un concepto de estrategia económica para relocalizar cadenas de suministro con países aliados en lo político y que organiza el Club Harvard México y Tálisis.
Marcela Gastelum, directora de relaciones institucionales y gobierno de Énestas, coincidió con los otros panelistas en que el Allyshoring es inexistente en México y tan es así que el País enfrenta, al igual que Canadá, un sometimiento a las necesidades estadounidenses.
"El Allyshoring en términos energéticos nos representa la ventaja de reducir costos logísticos y emisiones, pero a la vez tenemos una dependencia hacia el gas estadounidense", afirmó.
"Tenemos un rezago y nos faltan muchas décadas que tenemos de rezago para poder alinearnos y llegar a los objetivos que queremos llegar, pero ya se está avanzando".
Atribuyó el rezago a la falta de respuesta de las autoridades de manera eficiente y expedita a sus solicitudes de permisos para cristalizar proyectos, lo que también ha tenido un retraso en la implementación por la transición legislativa en las leyes secundarias de energía, tanto la de hidrocarburos como la de electricidad.