En el marco del panel laboral en contra de Atento, la delegación mexicana acusó que el Mecanismo Laboral de Respuesta Rápida ha sido utilizado por Estados Unidos a su conveniencia y como un medio para "amedrentar" a empresas.
El panel en contra de este call center de origen español inició hoy y en dicho procedimiento se decidirá si la empresa violó los derechos de negociación colectiva, como lo argumenta Estados Unidos, o si no hay materia para esta acusación como lo ha determinado México.
"Si bien reconocemos que el Mecanismo es una herramienta innovadora, destinada a beneficiar a los trabajadores en los territorios de las partes del tratado, nos preocupa su aplicación en la práctica y las consecuencias que ha tenido en México, las cuales podrían agravarse si no se garantiza un uso adecuado.
"Esto se podría verse afectado si Estados Unidos sigue tratando de expandir y modificar el funcionamiento del mecanismo según su conveniencia o generando expectativas en trabajadores que enfrentan conflictos individuales de trabajo para buscar acuerdos con empresas que la realidad es que van más allá de lo que establece la Ley Federal del trabajo", recalcó Alan Bonfilio, presidente de la delegación mexicana.
Subrayó que la responsabilidad del panel es preservar la naturaleza del Mecanismo de Respuesta Rápida, incluida en el T-MEC.
"El mecanismo es, una herramienta establecida en un tratado internacional que debe ser utilizado de buena fe para salvaguarda a trabajadores y no una herramienta sui generis que se pueda utilizar para otorgar expectativas inviables para trabajadores o que se utilice caprichosamente para amedrentar empresas en el territorio mexicano, sobre todo, sin contar con evidencia clara y convincente sobre una denegación de derechos", advirtió.
Bonfilio subrayó que el panel carece de jurisdicción para abordar el caso y que no existe una denegación de derechos.
"La posición de México es que el panel debe resolver si es competente para resolver el caso y nuestra posición es clara: no tiene jurisdicción", expuso.
Otro de los argumentos de defensa de México es que Estados Unidos no ha demostrado que Atento suministre un servicio que se comercie entre México y EU, como sucede con otros casos donde se han visto involucradas empresas exportadora.
"Aquí hay un riesgo, de adoptar la interpretación de Estados Unidos porque permitiría que cualquier instalación que brinde servicios para el mercado global pudiera considerarse cubierta por el Tratado", subrayó.
Este es el segundo panel laboral que se realiza desde la entrada en vigor del T-MEC. El primero fue el caso de la Mina San Martín, de Grupo México, cuya decisión fue favorable a los argumentos que esgrimió México.
El panel que atiende el caso de Atento, está conformado por Pablo Lazo Grandi, quien funge como presidente del mismo; por Graciela Besusán Areous, por la parte mexicana y por Kevin Kolben, panelista de EU. Ellos serán quienes decidirán si la empresa Atento incurrió en violaciones a los derechos laborales de sus trabajadores.
Por su parte, la delegación de Estados Unidos, encabezada por Annelise Winborne, expuso que las acciones llevadas por las autoridades laborales mexicanas y por la empresa Atento, no fueron suficientes para reparar el daño a los trabajadores.
Manifestó que las malas prácticas de Atento continúan y demandó la reinstalación de los trabajadores despedidos en su momento, y facilidades al Sindicato de Telefonistas para que pueda hacer actividad sindical en el centro de trabajo.