Aguascalientes, AGS.- Bajo lemas como “Una sola voz, una sola causa”, activistas, colectivos animalistas y ciudadanos se manifestaron este jueves frente al Congreso del Estado para exigir penas más severas contra el maltrato animal, una problemática que no solo va en aumento, sino que comienza a percibirse como parte del paisaje cotidiano.
La protesta, convocada por diversas agrupaciones, estuvo encabezada por figuras como Áurea Rentería, presidenta de Fortaleza Animal Aguascalientes, quien expresó la frustración compartida ante lo que calificaron como un patrón repetido de promesas incumplidas. Aseguró que no es la primera vez que nos dicen que ahora sí legislarán. Lo han escuchado en otras legislaturas y siguen esperando resultados.
Durante la movilización, los manifestantes colocaron pancartas y denuncias públicas, en un formato similar al “tendedero del 8M”, donde visibilizaron casos de maltrato cometidos no solo por civiles, sino también por elementos de seguridad pública y funcionarios de distintas dependencias. Entre las principales demandas estuvo la exigencia de castigos que superen los 10 años de prisión para los agresores de animales de compañía.
En respuesta, un grupo de legisladores recibió a los manifestantes. Encabezados por la diputada panista Alma Hilda Medina Macías y la legisladora del Partido Verde Ecologista, Genny López Valenzuela, se comprometieron a abrir un espacio de diálogo para escuchar propuestas, avances e inquietudes.
Sin embargo, la reacción no convenció del todo, pues en el pasado periodo, el Congreso local declaró a las peleas de gallos y a las corridas de toros como patrimonio cultural de Aguascalientes, una decisión que para los colectivos contradice cualquier intento de legislar con seriedad en favor del bienestar animal.
Uno de los llamados de la ciudadanía fue a parar con las simulaciones. Para los asistentes, lo que está en juego no es solo la integridad de los animales, sino la posibilidad de construir una cultura basada en el respeto y la empatía. Exigen que la ley deje de ser una figura decorativa y se convierta en una herramienta efectiva para castigar la crueldad y prevenir su reproducción.