Sábado 31 de Mayo de 2025 | Aguascalientes.

Train theTrainer, la Excelencia en la Enseñanza

Mel Wilhelm Fonseca | 28/04/2025 | 10:30

En la búsqueda constante de la mejora continua y la excelencia, existe un concepto clave que a menudo pasa desapercibido: la habilidad de enseñar. "Train theTrainer", o formar al formador, no se limita simplemente a transferir conocimiento; implica desarrollar competencias específicas para asegurar que el proceso educativo sea efectivo, significativo y transformador.
Todos conocemos expertos que dominan profundamente su campo, pero esto no necesariamente los convierte en buenos formadores. La enseñanza efectiva requiere mucho más que conocimientos técnicos: demanda competencias pedagógicas, empatía, comunicación clara y un profundo entendimiento del proceso de aprendizaje.
Un error común en muchas organizaciones es asumir que un experto técnico es automáticamente un excelente formador. Sin embargo, la realidad es que enseñar es una habilidad en sí misma, que debe ser cultivada a través de formación específica y práctica constante. Aquí es donde la filosofía Ikigai nos guía claramente: identificar y cultivar aquello en lo que somos buenos, que amamos hacer, que el mundo necesita, y que puede aportarnos recompensa.
La diferencia clave entre capacitación y entrenamiento radica en su enfoque y aplicación:
• Capacitación: Proceso donde se imparte conocimiento teórico y práctico, enfocado principalmente en adquirir competencias específicas.
• Entrenamiento: Va más allá de la teoría; es un proceso vivencial donde se aplican y se perfeccionan habilidades a través de la práctica repetida (Kata) y consciente.
La enseñanza efectiva combina ambos elementos: entrega conceptos claros (capacitación), pero también facilita experiencias prácticas que permiten internalizar y aplicar dichos conocimientos (entrenamiento).
Además, comprender los diferentes estilos de aprendizaje es vital para cualquier formador. Existen principalmente cuatro estilos:
• Visual: Aprenden mejor mediante imágenes y gráficos.
• Auditivo: Prefieren la información oral y las discusiones.
• Kinestésico: Necesitan involucrarse físicamente en el aprendizaje.
• Lector-Escritor: Procesan mejor mediante la lectura y escritura.
Metodologías como el modelo Kolb (aprendizaje experiencial) o técnicas basadas en gamificación, storytelling y simulaciones, incrementan significativamente la percepción y retención del aprendizaje.
Las competencias esenciales que debe tener un formador incluyen:
1. Comunicación efectiva: Transmitir ideas claramente.
2. Empatía: Entender y conectar con las necesidades del aprendiz.
3. Paciencia: Respetar los tiempos y procesos individuales.
4. Creatividad: Adaptar métodos para mantener el interés y efectividad.
5. Conocimiento profundo del tema y habilidad para contextualizarlo.
Al reflexionar sobre esto, recordemos que la eficacia de cualquier nueva disciplina o conocimiento está íntimamente ligada al proceso de enseñanza y aprendizaje que utilizamos. Como bien dice un antiguo proverbio japonés: "El conocimiento sin práctica es inútil; la práctica sin conocimiento es peligrosa".
Arigatougozaimashita.