Jueves 8 de Mayo de 2025 | Aguascalientes.

Cristo ha resucitado

P. Rodrigo Macías Mora | 19/04/2025 | 22:31

Estimados lectores, este domingo es especial para todos los que creemos en Jesús pues hoy iniciamos el tiempo de la Pascua. Si bien es cierto que la fiesta de la pascua tiene sus orígenes en el pueblo de Israel, sabemos que para nosotros como creyentes en Jesucristo la pascua tiene una connotación especialísima, pues celebramos el paso de la muerte a la vida, celebramos que Cristo no se ha quedado en la tumba fría, sino que al tercer día resucitó y en virtud de esto ahora vive como resucitado en medio de nosotros.
 
San Pablo en la carta a los corintios nos dice: “Si Cristo no hubiera resucitado vana sería nuestra fe” I Cor. 15, 14. Es decir la resurrección de Jesús es lo que le da consistencia a nuestra fe, pues nuestra fe está basada en la vida no en la muerte. Sí, nuestra fe es para la vida y es de vivos pues en Cristo la muerte ha sido derrotada para siempre. 
 
Si nuestra fe está basada en Cristo Resucitado, ahora viene a la mente una cuestión: ¿cómo hacerle para que nosotros los creyentes en Jesús realmente vivamos como discípulos del resucitado? Aquí está el reto, pero también la esperanza de nuestra Iglesia que cada vez más necesita irradiar vitalidad y jovialidad, misma que sólo podrá ser posible en la medida que cada de los que somos miembros de esta iglesia estemos convencidos en que el camino para la “auténtica renovación eclesial” es un camino tan antiguo y a la vez tan nuevo: el Evangelio.
 
Es en cada página del evangelio en dónde encontramos el ejemplo de Jesús, su manera vivir, de asumir los retos y dificultades de la vida. Jesús en el evangelio nos enseña la manera en la que el dolor se abraza y la forma en la que la vida se hace eterna. 
 
Durante todo el tiempo de Pascua como Iglesia estaremos meditando el libro de los Hechos de los Apóstoles, ahí descubriremos la fuerza que imprime en el corazón de los apóstoles el creer realmente en Jesús, pues sólo en Él podemos encontrar salvación. A lo largo de sus páginas comprenderemos que no existe nadie más por el que debamos nacer, vivir, sufrir y morir para más tarde vivir para siempre. Aceptar a Jesús conlleva asumir desde la libertad que sólo Él nos puede dar que la vida sólo puede ser plena en la medida en la que todos le aceptemos como Señor.
 
Cristo no se queda en el drama de cruz, con esto nos enseña que ninguno de nosotros nos podemos quedar anclados en el drama del sufrimiento, ¡cuántas personas viven esclavizadas al pasado! Otras tantas son incapaces de perdonar situaciones y eligen cargarlas toda la vida, y Cristo como lo afirma san Pablo, nos ha liberado para que seamos libres.  
Que el gozo de la Pascua llene la vida de todos nosotros, que el encuentro con el vencedor de la muerte nos libere y nos comprometa a vivir de manera más plena. 
 
Cristo ha resucitado, verdaderamente ha resucitado. Alégrate, alegrémonos pues el siempre caminará con nosotros hasta el final.
Feliz Pascua de Resurrección a todos.