La presidenta explicó en Rincón de Romos las razones detrás de la estrategia para limitar el consumo de dulces en planteles educativos, luego de que niños le “reclamaran” el haber retirado la comida chatarra de las escuelas de todo México.
Durante un evento en Rincón de Romos, Aguascalientes, la presidenta Claudia Sheinbaum explicó los motivos por los que se han retirado los productos chatarra de los planteles escolares tras ser cuestionada por menores:
Me dijeron hace un rato: ¿por qué quitaste los dulces de la escuela? Pues porque comer mucho dulce hace mucho daño a la salud”, expresó.
Según la Agencia Reforma, la mandataria explicó que México tiene una de las tasas más altas de diabetes infantil y problemas alimenticios en el mundo. Atribuyó esta situación al alto consumo de dulces y refrescos.
Está bien que haya, pero el abuso siempre está mal (...) hay que decirles a los niños y a las niñas que hay que comer sano para tener una vida sana”, agregó.
Estudiantes burlan restricciones de comida chatarra en escuelas
La Secretaría de Educación Pública (SEP) mantiene reglas que prohíben la venta de comida chatarra en las cooperativas escolares, como refrescos, dulces y papas fritas, con el objetivo de promover una mejor alimentación.
A pesar de esto, algunos alumnos han encontrado maneras de esquivar la medida.
En una primaria pública de la Alcaldía Benito Juárez, Leonel, un estudiante, contó que algunos compañeros venden papas dentro del salón:
Uno vende papas a 15 pesos, otro a 20. Cuando es una bolsa más grande, sube cinco pesos más”, relató.
Aunque en su escuela las papas se reemplazaron por frutas como sandía en la cooperativa, la venta informal entre alumnos continúa.
En mi salón solo hay uno que vende. Ya lo descubrió la maestra, le dijo que no estaba bien, pero que lo iba a dejar, solo que fuera discreto para que no la regañara la directora”.
¿Pasa también en escuelas privadas?
Sí. En otra primaria particular, también en Benito Juárez, un alumno llamado Luis comentó que en su escuela algunos venden dulces durante el recreo:
Venden malvaviscos con chocolate a 10 pesos y dulces enchilados a 8”.
En una secundaria privada de la misma zona, varios estudiantes llenaron un locker con distintos tipos de golosinas. Cada uno aportó algo diferente para tener siempre dulces disponibles entre el grupo.
Andrea, una de las alumnas, llevó una bolsa de Menthos, aunque su madre le había pedido no consumirlos por motivos dentales.
No los vamos a vender, es para tenerlos guardados bajo llave y evitar que los maestros o la prefecta nos digan algo”.