Martes 15 de Abril de 2025 | Aguascalientes.

Hacia una Economía Mexicana Diversificada e Innovadora: El Imperativo de Invertir en Educación Tecnológica y Científica

Francisco Santiago | 09/04/2025 | 12:16

Los recientes aranceles recíprocos, que se suman a los previamente establecidos para México y Canadá bajo la administración del presidente Donald Trump, están provocando una modificación en las dinámicas del comercio global. Diversos analistas económicos advierten que esta medida tendrá un impacto adverso no solo en las relaciones comerciales, sino también en la economía mundial.
Ante este escenario de incertidumbre en el comercio internacional y la inminente revisión del tratado de libre comercio firmado por México, Estados Unidos y Canadá, es imperativo que nuestro país desarrolle un amplio programa educativo. Dicho programa debe enfocarse en reforzar las habilidades tecnológicas, informáticas y científicas de las nuevas generaciones, sentando las bases para una economía moderna y competitiva.
Si bien el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), firmado en 1994, impulsó significativamente la industria automotriz en la región —beneficiando de manera destacada a estados como Aguascalientes, Guanajuato, Querétaro y San Luis Potosí—, el impacto económico se ha centrado en el desarrollo de manufacturas de mayor calidad. No obstante, la globalización ha permitido que fábricas europeas y del Sudeste Asiático aprovechen este acuerdo para ingresar y competir en el mercado norteamericano.
En este contexto, el anuncio de la creación del Centro Nacional de Diseño de Semiconductores Kutazari y la construcción de una planta de fabricación de chips destacan como iniciativas estratégicas. Los semiconductores se han convertido en el “nuevo oro” del siglo XXI, definiendo el poder económico y militar de las naciones. Se estima que los componentes electrónicos representan aproximadamente el 40% del costo total de un automóvil; además, se proyecta que para 2030, los semiconductores constituirán más del 20% del costo de los vehículos de alta gama. El costo de establecer una planta de fabricación de chips oscila entre 10 y 20 mil millones de dólares, cifra que subraya la magnitud y la inversión necesaria para competir en esta industria.
El desarrollo continuo de chips electrónicos ha transformado la forma en que interactuamos con la tecnología, impulsando innovaciones en diversos sectores y prometiendo un futuro más eficiente, interconectado e inteligente. El impacto en la educación es notable: países como China han priorizado la inversión en la industria de semiconductores, superando incluso la inversión en petróleo, lo que demuestra que la diversificación económica depende en gran medida del desarrollo de la ciencia, la investigación y la innovación.
Para lograr un crecimiento sostenible, es fundamental contar con un sistema educativo robusto y alineado con las necesidades del mercado laboral. La educación técnica y superior debe enfocarse en la capacitación en habilidades digitales, ingeniería y gestión empresarial, de modo que la fuerza laboral pueda adaptarse a las exigencias de la economía moderna. La inversión en tecnología y digitalización de la industria no solo mejora la productividad y la eficiencia de los procesos manufactureros, sino que también optimiza la producción mediante la automatización, la inteligencia artificial y el Internet de las cosas (IoT). Asimismo, el desarrollo de software y la ciberseguridad generan empleo de alta calificación y atraen inversión extranjera.
En conclusión, ante los desafíos del comercio global y la transformación de la industria manufacturera, México debe apostar por una estrategia integral de educación e innovación. Fortalecer la capacitación en áreas tecnológicas y científicas es esencial para diversificar la economía y posicionar al país como un competidor global en el siglo XXI.