La compañía japonesa Nissan Motor anunció este jueves 3 de abril que detendrá los nuevos pedidos de dos modelos SUV de su marca Infiniti fabricados en México para el mercado estadounidense, debido a la entrada en vigor de aranceles del 25 % impuestos por el presidente Donald Trump.
Se trata de los modelos Infiniti QX50 y QX55, ensamblados en la planta conjunta COMPAS en Aguascalientes, instalaciones compartidas por la alianza Renault-Nissan y Daimler AG.
Aunque estas camionetas seguirán produciéndose para otros mercados internacionales, ya no se aceptarán más pedidos desde Estados Unidos, su principal destino de exportación, según informó Nissan.
La automotriz japonesa explicó que esta decisión está directamente relacionada con los costos adicionales derivados de las nuevas tarifas.
En contraste, Nissan mantendrá dos turnos de producción en su planta de Smyrna, Tennessee, para el modelo Rogue, a pesar de haber anunciado en enero que eliminaría uno de ellos a finales de mes.
Este ajuste operativo ocurre tras la entrada en vigor de los nuevos aranceles establecidos por el presidente Trump. Según la empresa, estas modificaciones en las estrategias de producción y distribución son una respuesta necesaria a los cambios en la política comercial.
Automotrices frenan producción en México
Stellantis, propietaria de marcas como Chrysler, Ram y Jeep, también anunció la suspensión de actividades en varias de sus instalaciones en América del Norte.
En Windsor, Ontario (Canadá), la planta donde se fabrican vehículos quedará inactiva durante dos semanas. En Toluca, México, la planta que produce el modelo Compass también detendrá operaciones temporalmente.
Estas medidas se extienden a plantas de motores y estampado en Estados Unidos, afectando a un total de 900 empleados que serán suspendidos temporalmente.
Mientras tanto, otras automotrices como Toyota y Honda ajustan sus operaciones en Guanajuato, también a causa del impacto de los aranceles. En el caso de Toyota, que produce la camioneta híbrida Tacoma destinada en su mayoría al mercado estadounidense, se implementaron pausas temporales en horas extra.
Honda, que ensambla el modelo HR-V en la misma región, evalúa ajustes en las jornadas extraordinarias durante las próximas seis semanas.
Ambas plantas enfocan su producción en exportaciones hacia Estados Unidos.
Según Antonio Filosa, director de operaciones de Stellantis para América, este escenario requiere “resistencia y disciplina colectivas” para superar los desafíos. En un memorando interno, añadió que la empresa evalúa los efectos a mediano y largo plazo de los aranceles, además de implementar medidas inmediatas para estabilizar sus operaciones.