El cineasta Paul Schrader, conocido por su trabajo en clásicos como Taxi Driver y American Gigolo, negó categóricamente las acusaciones por acoso sexual e incumplimiento de contrato contra su ex asistente.
A través de una extensa carta enviada a colegas y amigos, el realizador de 78 años calificó las alegaciones como "falsas, sensacionalistas y engañosas".
"Quizás haya leído que mi exasistente presentó una demanda alegando ciertas cosas contra mí. Le escribo porque usted es importante para mí y quiero que me informe directamente sobre este tema", comenzó el texto.
Schrader narró cómo, en otoño de 2024, recibió una carta de una abogada exigiendo una suma millonaria a cambio de no hacer públicas las acusaciones. Aunque en un inicio consideró llegar a un acuerdo económico para evitar la exposición mediática, Schrader aseguró que cambió de opinión.
"Me negué a ceder a la coerción... y decidí defenderme", agregó.
Según su versión, la demanda actual no es por acoso sexual, sino por el incumplimiento de un acuerdo de conciliación que él nunca firmó. Sin embargo, la demanda incluye detalles de supuestas conductas inapropiadas que, afirma, "no podrían estar más lejos de la verdad".
En su defensa, Schrader admitió que durante los más de tres años que trabajó con la demandante, la relación fue cercana pero nunca sexual. Aseguró que solo hubo dos besos en los labios -ambos después de haber consumido alcohol- y que la relación profesional continuó con normalidad incluso después de estos episodios.
Además, enfatizó que la exasistente lo acompañó voluntariamente a diversos eventos laborales y sociales, y que publicó mensajes halagadores sobre él en redes sociales, algunos de los cuales han sido eliminados recientemente.
"Durante su empleo, decidió por su cuenta hacer comentarios halagadores sobre mí... Entre las eliminaciones se incluye su referencia a mí como 'mi hombre'", señaló.
El cineasta también afirmó que, tras la finalización de su última película, su necesidad de una asistente a tiempo completo disminuyó, lo que llevó a una reducción salarial, aunque la mantuvo empleada. Poco después, recibió la carta con las acusaciones.
"Entiendo que, en el clima actual, un acusado de acoso sexual a menudo es considerado culpable... pero no tengo nada que ocultar. Si este caso llega a juicio, seré honesto... y confío en que verán la verdad", aseveró.
