Martes 15 de Abril de 2025 | Aguascalientes.

HABLANDO DE IA GENERATIVA: ¿ALIADA O AMENAZA PARA LA EQUIDAD LABORAL FEMENINA?

Gwendolyne Negrete Sánchez | 07/04/2025 | 12:42

En la era de ChatGPT, Midjourney, Deep Seek, Copilot, Meta, Gemini etc., las conversaciones sobre tecnología suelen centrarse en sus maravillas, pero rara vez en quiénes podrían quedar atrás. La ola de inteligencia artificial generativa está transformando radicalmente el panorama laboral, pero ¿lo hace de manera equitativa para todos los géneros?

Los datos son contundentes: los empleos en mayor riesgo de automatización por IA generativa son precisamente aquellos donde las mujeres constituyen una mayoría significativa. Sectores como atención al cliente, administración, traducción y ciertos roles en salud —tradicionalmente feminizados— están experimentando una silenciosa pero acelerada transformación.

La verdad es que lo que antes requería un equipo completo de asistentes administrativas, hoy puede realizarlo una sola persona con ayuda de la IA.
Según el Foro Económico Mundial, las mujeres enfrentarán de manera desproporcionada los efectos de la “optimización” de los puestos de trabajo en esta transición tecnológica, ocupando el 58% de los puestos con alto riesgo de automatización, mientras representan apenas el 43% de la fuerza laboral global.

La paradoja es evidente: las mismas herramientas que podrían liberarnos de tareas repetitivas están siendo desarrolladas en entornos donde las mujeres siguen siendo minoría. Apenas un 22% de profesionales en IA son mujeres, según datos de la UNESCO. Este desequilibrio no es trivial: determina quién decide qué problemas resolver, qué sesgos corregir, y qué valores priorizar en estas tecnologías que están rediseñando nuestro mundo laboral.

La perspectiva se complica más cuando incorporamos un análisis interseccional. Las mujeres jefas de familia, racializadas, indigenas, desplazadas, migrantes o de clases trabajadoras suelen estar sobrerrepresentadas en sectores especialmente vulnerables a la automatización, como limpieza institucional, procesos de manufactura o ventas minoristas. Según un estudio reciente del Instituto McKinsey, estas trabajadoras enfrentan hasta un 30% más de probabilidad de necesitar cambiar de ocupación debido a la automatización que sus contrapartes masculinos.

No todo es negativo, esta revolución tecnológica también presenta oportunidades que, bien aprovechadas, podrían reducir brechas históricas. La flexibilidad laboral facilitada por herramientas de IA podría beneficiar especialmente a quienes balancean responsabilidades profesionales y de cuidados —mayoritariamente mujeres—. Organizaciones como Women in AI están impulsando iniciativas para que más mujeres participen en el desarrollo de estas tecnologías, asegurando que respondan a necesidades diversas.

La economista Claudia Goldin, Premio Nobel 2023, ha señalado que las brechas de género persisten principalmente por la “penalización a la flexibilidad” en muchos sectores bien remunerados. La IA podría, potencialmente, democratizar esa flexibilidad, permitiendo arreglos laborales más compatibles con responsabilidades de cuidado.

El verdadero desafío radica en el acceso: acceso a educación y capacitación, a tecnología, a redes profesionales de mentoria y acompañamiento que faciliten la adaptación. Mientras que profesionales con recursos pueden invertir en actualizarse, millones de trabajadoras enfrentan barreras económicas, temporales y culturales para adquirir las habilidades digitales que les permitirían prosperar en esta nueva economía.

La transición tecnológica que vivimos no es inevitable en su forma actual. Es resultado de decisiones políticas, empresariales y sociales. Podemos elegir un camino donde la automatización sirva para liberar tiempo y potencial humano de manera equitativa, o uno donde profundice brechas preexistentes.

La ONG MUJERES JEFAS DE FAMILIA A.C., señala que como sociedad, necesitamos urgentemente políticas que garanticen:
- Programas de recapacitación accesibles y adaptados a diferentes realidades.
- Incentivos para mayor diversidad en los equipos que desarrollan IA.
- Sistemas de protección social que acompañen transiciones laborales.
- La urgente valoración económica del trabajo de cuidados, históricamente ininvisibilizado.

En esta intersección entre género e inteligencia artificial generativa te invito a reflexionar  el cómo se está reescribiendo las reglas del juego laboral. La pregunta es si lo hará reproduciendo viejas desigualdades o construyendo un futuro más equitativo. La respuesta no depende de los algoritmos, sino de nuestras decisiones colectivas.

Gwendolyne Negrete es especialista en temas de género y tecnología, presidenta fundadora de la ONG MUJERES JEFAS DE FAMILIA A.C.