Pues nada, que el Iron Man hidrocálido va en serio con su idea de convertirse en el próximo gobernador de la tierra de la gente buena. De lograrlo, sería el tercer mandatario al hilo de las aguascachondas que no nació en estas tierras donde la feria es un primor.
Aunque la hoy senadora guinda por Aguascalientes es, sin duda, la de mayor antigüedad y cercanía con el padre fundador de la 4T (y la presidenta también la siente próxima), no hay que perder de vista al apoyador oficial, el zacatecano presidente de la JUCOPO en San Lázaro. Este último no ha desperdiciado oportunidad para destapar o al menos mencionar a AAA como su gallo para el segundo piso de la transformación. Y ojo, que no es poca cosa, ya que en su historial, cuenta con una nada despreciable cantidad de gobernadores que salieron de su establo político o que llegaron con su fuerte respaldo.
Sin embargo, el mayor obstáculo para el Iron Man cuatroteísta no es otra u otro aspirante guinda, sino él mismo. Sus desplantes y su soberbia hacen que con una mano tire lo que con la otra construye.
Además, su resistencia a trabajar en territorio y acercarse a la raza no ayuda. Hoy es diputado federal por la vía plurinominal, pero si en su momento hubiera hecho campaña como mandan los cánones, tal vez habría llegado ante la presidenta con un gran bono político, al haber sido el único de los cinco candidatos federales guindas por Aguascalientes en ganar en las urnas.
Pero el “hubiera” es el presente del verbo me apentonte, y en lugar de amarrar territorio y equipo, Iron Man optó por la farándula mediática. Tanto habla que hasta clases extraordinarias de leyes tuvo que tomar para no tropezarse con sus propias palabras. Ahora espera que lo mediático le subsane la falta de cercanía y operación política.
Veremos cómo se alinean los astros para los tres personajes que, hasta ahora, son los más visibles, que han levantado la mano y con mayores posibilidades de competir por sus respectivos partidos.
Hasta aquí subió la roca…