Aguascalientes, AGS; El problema de las riñas entre jóvenes en el estado ha alcanzado niveles preocupantes. De acuerdo con el secretario de Seguridad Pública, Gonzalo Pérez Zúñiga, actualmente se tienen identificadas más de 100 pandillas activas, muchas de ellas involucradas en enfrentamientos violentos en distintas zonas de la entidad. Ante este panorama, el gobierno estatal ha puesto en marcha una estrategia de prevención que busca canalizar la energía de los jóvenes a través del deporte.
Con el lema “En lugar de golpes, goles”, las autoridades han comenzado a trabajar en zonas con alta incidencia de conflictos juveniles, donde ya se han detectado al menos a 10 líderes de estos enfrentamientos, la mayoría de ellos menores de edad. Pérez Zúñiga explicó que se está trabajando de manera coordinada con los grupos de proximidad y prevención de la violencia, así como con padres de familia, quienes también tienen una responsabilidad directa en el comportamiento de los adolescentes.
“Estamos atendiendo a los jóvenes de manera directa, pero también buscando que los padres se involucren. Ellos son los primeros responsables y aliados para frenar esta problemática”, destacó el titular de la SSP.
La estrategia contempla la construcción de 30 nuevas canchas de fútbol en puntos estratégicos del estado, con la finalidad de ofrecer espacios seguros y dignos para que los jóvenes puedan practicar deporte, convivir y liberar energía de forma positiva. El objetivo es claro: sustituir las riñas por partidos de fútbol y convertir las calles en espacios de convivencia y no de violencia.
“Ya comenzamos a identificar a los líderes de estas riñas y vamos a trabajar con ellos directamente. El deporte es una herramienta poderosa de transformación social”, agregó Pérez Zúñiga.
La apuesta del gobierno es ambiciosa pero urgente, ante un escenario en el que el crecimiento de pandillas juveniles amenaza con arraigarse como un fenómeno de violencia estructural. Con el deporte como eje de la prevención, se busca brindar alternativas reales a jóvenes que, de no ser atendidos, podrían terminar en escenarios de violencia más graves.
El reto es grande, pero el primer paso está dado: transformar la cultura del enfrentamiento en una cultura de equipo, juego limpio y convivencia. Porque hoy, más que nunca, el estado necesita menos violencia… y más goles.