Plano Informativo | 25/03/2025 | 10:29
Aguascalientes, AGS; Brenda Yerim se ha visto obligada a levantar la voz ante lo que describe como un prolongado acoso, extorsión y violencia digital que afecta su vida y la seguridad de su familia. Desde diciembre de 2024, Brenda asegura que ha sido objeto de publicaciones en redes sociales, en páginas de Instagram, donde mediante fotomontajes se difunden imágenes suyas simulando desnudez. Estas publicaciones no solo muestran su imagen, sino que también incluyen su nombre, su usuario de redes y referencias explícitas al negocio familiar y al fraccionamiento donde reside.
El caso se agravó el pasado 25 de diciembre de 2024, cuando a las 9 p.m. su hermano fue etiquetado en una página denominada “las_panochas_de_colinas”, en la cual, además de difundir imágenes alteradas, se hacía mención al negocio de la familia. Siguiendo la recomendación de la policía cibernética, Brenda presentó una denuncia ante la Fiscalía General del Estado de Aguascalientes el 26 de diciembre de 2024.
El 6 de febrero, Brenda fue citada junto a dos testigos en la Unidad Especializada en Investigación de Delitos Sexuales, Justicia Familiar y Género. Según relata, las preguntas realizadas durante la audiencia fueron minimizantes, restando importancia al impacto que este acoso ha tenido en su vida. La situación empeoró el 14 de febrero, cuando se creó otra página llamada “la_panadera_de_colinas”, en la que se utilizaron fotomontajes tanto de ella como de su madre, simulando desnudez y volviendo a etiquetar su perfil. Ese mismo día, Brenda acudió a denunciar nuevamente, pero fue remitida otra vez a la misma unidad, donde permaneció sin avances significativos hasta el 21 de febrero.
Ante la falta de respuesta, su familia contactó a un integrante de la policía cibernética, quien confirmó que el caso nunca había sido recibido oficialmente. El 27 de febrero, al insistir en obtener información sobre el seguimiento de su denuncia, la respuesta fue que “como no estaba secuestrada o no había una amenaza directa, no se iba a proceder”. Sin embargo, la situación se agravó el 24 de marzo, cuando recibieron mensajes vía WhatsApp desde el número 449 906 1453, en los cuales se enviaban nuevamente las mismas imágenes sin censura, fotos familiares y hasta imágenes de la vivienda.
Brenda Yerim expresa hoy su profundo temor por su integridad y la de su familia, y responsabiliza a la Fiscalía General del Estado de Aguascalientes, a la Unidad Especializada en Investigación de Delitos Sexuales, Justicia Familiar y Género, y a la Policía Cibernética por ignorar sus denuncias y no dar seguimiento a un caso que, según sus palabras, pone en riesgo su seguridad. Concluye su denuncia afirmando que en Aguascalientes “necesitas estar muerta para que te escuchen” y hace un llamado a la sociedad y a los medios para que difundan su caso y no la dejen sola ante lo que considera un grave abandono por parte de las autoridades.