Un enemigo silencioso en el mundo digital
El avance de la tecnología ha traído innumerables beneficios, pero también ha abierto las puertas a nuevas amenazas. Una de las más alarmantes y peligrosas es el grooming, una forma de acoso digital en la que un adulto contacta a un menor de edad a través de internet con el propósito de manipularlo y ganarse su confianza, muchas veces con intenciones sexuales o de explotación.
Este fenómeno, que ocurre en redes sociales, plataformas de mensajería instantánea y videojuegos en línea, es cada vez más común. Sin embargo, sigue siendo un enemigo invisible del que muy pocos padres, docentes y cuidadores tienen plena conciencia. Mientras muchos advierten a los niños sobre no hablar con extraños en la calle, el verdadero peligro acecha detrás de una pantalla, donde los agresores tienen estrategias sofisticadas para acercarse a sus víctimas sin ser detectados.
Según datos recientes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), más del 60% de los niños y adolescentes en México han conversado con desconocidos en internet. De ellos, un 30% ha recibido solicitudes de contenido íntimo. A pesar de la magnitud del problema, menos del 10% de estos casos se denuncian, debido al miedo, la vergüenza o la manipulación que ejercen los agresores sobre sus víctimas.
El grooming no es un juego ni una simple charla en línea; es una forma de violencia que puede tener consecuencias devastadoras en la salud mental y emocional de los menores, llevándolos a estados de ansiedad, depresión, autolesiones e incluso pensamientos suicidas.
El modus operandi de los agresores: Cómo operan en la sombra
Los agresores que practican el grooming no actúan de manera impulsiva. Al contrario, siguen un proceso meticuloso de manipulación que puede durar semanas o incluso meses. Su objetivo es generar confianza en la víctima y aislarla de su entorno, hasta que el menor dependa completamente de su influencia.
Etapas del grooming:
1. Selección de la víctima: Los agresores buscan a menores en redes sociales y plataformas de videojuegos. Prefieren niños y adolescentes que se muestran vulnerables, que comparten su estado emocional o que interactúan con desconocidos sin filtros.
2. Ganarse la confianza: Inician conversaciones inofensivas, se presentan como un “amigo” o incluso como alguien de la misma edad. Crean un vínculo afectivo con el menor, haciéndolo sentir especial y comprendido.
3. Aislamiento: Buscan separar a la víctima de su familia y amigos, convenciéndola de que solo ellos la entienden. Comienzan a pedir confidencialidad en su relación.
4. Introducción de temas sexuales: Gradualmente introducen conversaciones inapropiadas, normalizándolas. En muchos casos, envían imágenes o videos con contenido sugestivo para desensibilizar a la víctima.
5. Manipulación y coerción: Si el menor envía fotos o videos, el agresor empieza a chantajearlo: “Si no me mandas más, compartiré esto con todos tus amigos”, “Si le cuentas a alguien, nadie te va a creer”.
6. Explotación o contacto físico: En algunos casos, los agresores buscan encuentros en persona. En otros, el material obtenido es utilizado en redes de explotación digital.
La gran mayoría de estos criminales no tienen antecedentes, lo que dificulta su identificación y detención. Además, con el anonimato de internet, pueden crear múltiples perfiles falsos, engañando a niños y adolescentes con facilidad.
El impacto psicológico en las víctimas: una herida invisible
El grooming no solo es un delito, sino también una forma de violencia psicológica profunda. A diferencia de otros tipos de abuso, la víctima no se da cuenta de que está siendo manipulada hasta que es demasiado tarde.
Consecuencias del grooming en la salud mental de los menores:
Ansiedad y depresión: Sentimientos de angustia, miedo y baja autoestima.
Trastorno de estrés postraumático (TEPT): Pesadillas, ataques de pánico y recuerdos intrusivos del abuso.
Autolesiones y pensamientos suicidas: La culpa inducida por el agresor puede llevar a la víctima a dañarse físicamente.
Aislamiento social: Pérdida de confianza en amigos, familia y adultos en general.
Dependencia emocional: Algunas víctimas llegan a desarrollar un vínculo de apego con el agresor, sintiéndose culpables si intentan alejarse.
Casos documentados en otros países han evidenciado la relación entre grooming y suicidio. Uno de los casos más conocidos es el de Amanda Todd, una adolescente canadiense que, tras ser víctima de acoso digital y chantaje por un depredador en línea, terminó quitándose la vida en 2012.
En México, aunque no todos los casos terminan en tragedia, el daño psicológico y emocional de las víctimas es innegable y requiere atención profesional especializada.
¿Cómo podemos prevenir el grooming?
La prevención es la herramienta más poderosa contra el grooming. Si bien la tecnología avanza, la educación digital debe avanzar con ella.
Estrategias de prevención para padres y cuidadores
Mantener una comunicación abierta con sus hijos sobre los riesgos en internet.
Supervisar de manera respetuosa las redes sociales y juegos en línea que utilizan.
Establecer normas digitales claras, como no aceptar solicitudes de extraños.
Enseñarles a identificar comportamientos sospechosos en línea.
Promover el pensamiento crítico: “Si no harías algo en persona, no lo hagas en línea”.
¿Qué hacer si un menor es víctima de grooming?
1. Mantener la calma y no culparlo.
2. Guardar evidencia: Capturas de pantalla de los mensajes y perfiles sospechosos.
3. Denunciar el caso: Contactar a la Policía Cibernética (088) o a la fiscalía general de la República.
4. Buscar ayuda psicológica: Las víctimas necesitan apoyo emocional para recuperarse.
Una iniciativa de ley urgente para proteger a nuestra infancia
Actualmente en México, el grooming no está tipificado de manera uniforme en todos los estados, lo que dificulta su persecución legal.
Lo que falta en la legislación:
Una ley federal que tipifique el grooming como un delito específico.
Regulación más estricta sobre plataformas digitales y videojuegos en línea.
Creación de unidades especializadas en ciberseguridad para protección infantil.
Implementación de programas de educación digital en todas las escuelas.
Argentina y España han avanzado en esta materia con leyes que penalizan el acoso digital infantil. México no puede quedarse atrás. Es momento de que los legisladores prioricen la seguridad digital de nuestras niñas, niños y adolescentes.
Conclusión: La lucha contra el grooming es tarea de todos
El grooming es una amenaza real y creciente en el mundo digital. No podemos seguir ignorando el peligro. La educación, la prevención y una legislación firme son las claves para proteger a nuestra infancia.
¿Estás listo para actuar? Habla con tus hijos, educa en las escuelas, denuncia cualquier sospecha y exige a nuestros gobernantes una ley que castigue a los agresores. No permitamos que más niños y adolescentes sean víctimas de este depredador invisible.
Comparte esta información. Prevenir el grooming es una responsabilidad de todos.
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