Lunes 2 de Junio de 2025 | Aguascalientes.

El espejismo del proteccionismo

Ricardo Heredia Duarte | 10/03/2025 | 11:25

En tiempos de incertidumbre económica y política, pocos libros resultan tan vigentes como “La economía en una lección”de Henry Hazlitt. Publicado en 1946, el texto es un manifiesto contra las falacias económicas que, con el tiempo, se han convertido en dogmas de las políticas gubernamentales. Su mensaje central es claro, las políticas proteccionistas y las intervenciones del Estado en exceso, generan más perjuicios que beneficios a largo plazo. Bajo esta premisa, el regreso de Donald Trump al poder y la compleja arquitectura económica del TMEC nos obligan a reflexionar sobre la viabilidad del libre comercio y como enfrentara a sus enemigos declarados.

Trump ha vuelto a la Casa Blanca y, con casi dos meses en el poder, ha reforzado su política económica bajo la influencia de Elon Musk, quien ahora figura como su principal asesor “CHPT”.Ante los graves problemas y retos que enfrenta el gobierno gringo en lo interno, Mr. Trump sigue en campaña, distrayendo a los ciudadanos de su país, con el tema de los aranceles a productos extranjeros y condicionando aún más el acceso al mercado estadounidense. En este contexto, México enfrenta un reto sin precedentes, por “las mañaneras” del presidente gringo no. 47, que como la Chimoltrufia, por la mañana dice una cosa y por la tarde noche dice otra.

Por lo que quiza la lección más poderosa de Hazlitt radica en su insistencia en mirar las consecuencias no solo inmediatas, sino a largo plazo. En México, muchos sectores productivos aún operan con una mentalidad de protección y cercania gubernamental, esperando subsidios,licitaciones y contratos a modo. Sin embargo, la historia ha demostrado que esas medidas generan distorsiones que frenan el crecimiento.

El TMEC, pese a sus imperfecciones, sigue siendo la mejor opción para México en términos de estabilidad económica. Pero la posibilidad de que Trump imponga nuevas barreras comerciales pone en jaque la estructura de integración regional. En 2023, el comercio entre México y EE.UU. alcanzó los 798 mil millones de dólares, consolidando a México como el principal socio comercial estadounidense. Sin embargo, las nuevas medidas proteccionistas de Trump podrían reducir esta cifra drásticamente, afectando sectores clave como la industria automotriz, que representa el 3.5% del PIB nacional.

En este contexto, la presidenta Claudia Sheinbaum enfrenta una disyuntiva clave, ceder ante la presión estadounidense o fortalecer una estrategia de diversificación comercial. Su gobierno debe acelerar la apertura hacia mercados europeos y asiáticos, reducir la dependencia de EE.UU. y negociar con Canadá para mantener una postura unificada dentro del TMEC. Además, debe fomentar la inversión en tecnología y manufactura avanzada para mantener la competitividad de las exportaciones mexicanas.

Los gobiernos estatales, por su parte, han fallado en anticipar los cambios en el comercio internacional y en desarrollar infraestructura adecuada para atraer inversiones. Muchos estados han dependido en exceso de las maquiladoras o industrias metal-mecanicas con poca o nula integración en la cadena de valor de empresas locales y sin diversificar su economía, lo que los deja vulnerables ante las políticas proteccionistas de EE.UU. Además, la falta de incentivos fiscales y burocracias pesadas dificultan la creación o llegada de nuevas empresas.

Para contrarrestar esta situación, los gobiernos locales deben adoptar una visión proactiva en materia económica. Es fundamental que implementen estrategias para fortalecer las cadenas de suministro locales, reducir la dependencia de insumos extranjeros y generar incentivos a la inversión privada en sectores estratégicos. También deben mejorar la infraestructura logística y promover la formación de talento en áreas tecnológicas que permitan a las empresas nacionales y locales ser más competitivas en un escenario global adverso y distorsionado por el efecto “trumpiano”.

Un error recurrente en la visión económica de algunos gobiernos es confundir necesidad con demanda. Como señala Hazlitt en el “sofisma del escaparate, el empobrecimiento o la crisis no generan por sí mismos una mayor demanda económica, si no hay un poder adquisitivo que la respalde. Este principio es clave para entender que el proteccionismo no resolverá los problemas estructurales de México o USA, sino que puede profundizar la fragilidad de ciertos sectores.

Asimismo, Hazlitt advierte en su crítica a la inversión estatal que muchos gobiernos ven el gasto público como una solución universal para reactivar la economía. Sin embargo, financiar proyectos sin una planeación estratégica solo incrementa las cargas fiscales y reduce la eficiencia económica. En lugar de depender excesivamente del gasto público, México debe priorizar políticas que incentiven la inversión privada y la innovación tecnológica.

Hazlitt nos recuerda que las decisiones económicas deben evaluarse más allá del efecto inmediato en ciertos grupos. La tentación del proteccionismo puede ser políticamente atractiva, pero económicamente desastrosa. México debe mantenerse firme en la defensa del libre comercio, diversificar sus mercados y fortalecer su competitividad. De lo contrario, corremos el riesgo de caer en las trampas que Hazlitt expuso hace casi ochenta años, y que siguen siendo tan vigentes como entonces.

“Si el Gobierno fija aranceles a la importación de productos, simplemente estará orientado la economía a producir de manera ineficiente unos bienes y servicios que están disponibles más baratos en el extranjero, perjudicando a una gran cantidad deempresarios internos cuya demanda desaparecerá”: Henry Hazlitt