Lunes 2 de Junio de 2025 | Aguascalientes.

El rol de la mujer en las instituciones públicas de educación superior

Jorge Antonio Rangel Magdaleno | 08/03/2025 | 22:28

Es innegable el avance que ha tenido la mujer en todos los ámbitos, de manera particular, las mujeres han asumido un rol determinante en las instituciones públicas de educación superior, que ha generado cambios favorables en las políticas educativas.
 
Instituciones que como la Universidad Autónoma de Aguascalientes, han dedicado décadas a la formación profesional de alto nivel, actualmente cuentan con liderazgos femeninos que han abierto paso a otros cambios, más o menos desde hace veinte años, los espacios que antiguamente estaban reservados para los varones, se han ido ocupando por mujeres, y desde luego que las repercusiones han favorecido las transformaciones sociales, y han impulsado un desarrollo socioeconómico y cultural, más igualitario y equitativo.
 
Primero, fue evidente una mayor presencia femenina en las aulas universitarias, pero además, en carreras que se creía que eran exclusivamente para hombres, luego, esas mismas mujeres han ido ocupando espacios en niveles directivos y de toma de decisiones. Como nunca antes, las mujeres han dejado sentir su presencia en las instituciones públicas de educación superior, y, hoy en día, la Autónoma de Aguascalientes tiene a su primera rectora  -igual que otras universidades-, pero además, la acompañan funcionarias de alto nivel como decanas, directoras y más mujeres que han arribado a puestos clave. 
 
Hoy en día casi la mitad de la plantilla de docentes de la máxima casa de estudios son mujeres, lo cual tiene un impacto en la institución, tanto en su visión formativa, pero también hay un gran impacto en todas y todos los alumnos que pasan por la universidad, pues su propia visión del mundo lleva ya, una impronta esperanzadora, de que un día finalmente seremos una sociedad justa, igualitaria y equitativa.
 
En este contexto, el 8 de marzo es una fecha importante, sí, para reconocer los avances, pero también para reflexionar sobre lo que aún nos queda por hacer, tenemos que garantizar que todas las mujeres que ingresen a una carrera, la terminen; que su presencia sea aceptada en puestos de liderazgo, no por cuotas, sino por merecimientos, y que los hombres no se rasguen las vestiduras por tener una jefa, que los salarios sean equitativos, entre muchos otros retos.