Lunes 2 de Junio de 2025 | Aguascalientes.

México en la encrucijada global ¿Y los estados qué?

Ricardo Heredia Duarte | 25/02/2025 | 11:17

Mientras el mundo se debate entre la multipolaridad, la competencia tecnológica y la pérdida de soberanía a manos de corporaciones, en México y en nuestros 32 estados, seguimos anclados en debates que parecen sacados de otra época. El futuro global se escribe en términos de inteligencia artificial, transición energética y gobernanza digital, pero aquí, en nuestro contexto local, seguimos discutiendo si el gobernador de turno hizo bien en repartir despensas, cual gobernador trae mejores artistas a la feria del pueblo o si el nuevo puente inaugurado realmente era necesario.
 
El análisis geopolítico actual nos habla de un mundo donde el poder ya no se concentra en un solo país, sino que se dispersa entre múltiples actores como  China, Estados Unidos, la Unión Europea y hasta en las grandes corporaciones tecnológicas. Sin embargo, en nuestro país, y particularmente en los estados, el poder sigue siendo un juego de cúpulas cerradas llenas de nepotismo, donde unos cuantos deciden el destino de muchos. Mientras el mundo avanza hacia la digitalización y la sostenibilidad, aquí seguimos atrapados en luchas de egos, insultos y en una eterna dependencia del centralismo federal.
 
El fin del orden unipolar liderado por Estados Unidos es una realidad. China avanza a pasos agigantados en energías renovables y electrificación, con una inversión de más de 546 mil millones de dólares en 2022 en tecnologías limpias (BloombergNEF, 2023). Mientras tanto, Estados Unidos domina la inteligencia artificial con gigantes como OpenAI y Microsoft, con inversiones públicas y privadas que superan los 100 mil millones de dólares (Stanford AI Index, 2023). Pero, ¿Dónde queda México en esta ecuación? Y más importante aún, ¿Dónde quedan nuestros estados y sus autoridades locales?
 
En lugar de prepararnos para esta nueva era, en algunos estados seguimos viendo cómo los presupuestos se destinan a obras faraónicas o efímeras que poco resuelven los problemas de fondo. Mientras el mundo habla de transición energética, aquí seguimos dependiendo de combustibles fósiles, con un 72% de nuestra energía proveniente de fuentes no renovables (Secretaría de Energía, 2023). Y mientras las grandes potencias compiten por el dominio tecnológico, nuestros jóvenes emigran porque aquí no hay oportunidades en sectores de vanguardia.
 
Uno de los puntos más preocupantes del análisis global es la pérdida de soberanía de los Estados a manos de las corporaciones. Gigantes como Google, Amazon, Meta y Alibaba tienen más poder económico que muchos países: en 2023, los ingresos de Amazon superaron los 500 mil millones de dólares, una cifra mayor al PIB de México en sectores estratégicos como la manufactura (Banco Mundial, 2023). Pero, ¿Qué pasa con nuestra soberanía estatal?
 
En México, los gobernadores han convertido sus territorios en feudos personales, donde la opacidad y la falta de rendición de cuentas son la norma. Mientras el mundo discute cómo regular el poder de las corporaciones, aquí ni siquiera podemos regular el poder de nuestros propios gobernantes. La soberanía estatal, que debería ser un contrapeso al centralismo, se ha convertido en un botín político, con legisladores locales que cada vez están mas sometidos al ejecutivo de sus estados, ya sin pudor alguno.
 
Así mismo el cambio climático es, sin duda, uno de los mayores desafíos globales. Inversiones millonarias en energías renovables y una creciente conciencia ambiental marcan la agenda internacional. Pero en nuestros estados, la agenda ambiental sigue siendo un tema secundario, escudándose en que son temas que le corresponden a la federación.
 
¿Cuántos gobiernos estatales tienen una estrategia clara para enfrentar el cambio climático? ¿Cuántos han invertido en energías limpias o en infraestructura sostenible? La respuesta es decepcionante. México es el décimo emisor de CO2 a nivel global y, a pesar de compromisos internacionales, en 2023 solo el 10% del presupuesto ambiental se destinó a energías renovables (INEGI, 2023). Mientras el mundo avanza hacia la descarbonización, aquí seguimos viendo cómo se talan bosques, se contaminan ríos y se ignoran las alertas ambientales.
 
El mundo está cambiando a una velocidad vertiginosa, pero México y nuestros estados y sus autoridades locales parecen quedarse atrás. La multipolaridad, la competencia tecnológica y la transición energética son temas que deberían estar en la agenda de todos los gobiernos, no solo del federal.
 
Es hora de que los estados dejen de ser meros espectadores y empiecen a actuar y asumir sus responsabilidades a cabalidad. Necesitamos gobernantes que entiendan que el futuro no se construye con obras faraónicas y festividades efímeras, sino con inversión en educación, tecnología y sostenibilidad. Necesitamos líderes que vean más allá de sus periodos de gobierno y piensen en el legado que dejarán a las próximas generaciones.
 
El mundo avanza, pero nosotros seguimos estancados. Y mientras no cambiemos esta dinámica, seguiremos siendo espectadores de un futuro que se escribe sin nosotros.
 
“La automatización es buena, siempre que sepas exactamente dónde poner la máquina”: Eliyahu Goldratt