La era digital ha transformado el modo en que nos comunicamos, trabajamos y vivimos. Sin embargo, en medio de este avance vertiginoso, la necesidad de garantizar los derechos humanos y promover la inclusión de género se vuelve más urgente y crucial.
En esta columnade intersecciones entre los derechos humanos, la igualdad de género y el futuro digital, se liga también con las perspectivas económicas y la influencia de la inteligencia artificial (IA).
Hoy por hoy el acceso a la tecnología y a la información es fundamental para el ejercicio pleno de los derechos humanos. Sin embargo, la brecha digital continúa siendo una barrera significativa, especialmente para las mujeres y las niñas en muchas partes del mundo. Según la Unión Internacional de Telecomunicaciones, en 2021, sólo el 48% de las mujeres tenían acceso a Internet, en comparación con el 58% de los hombres. Esta disparidad limita el acceso a la educación, al empleo y a la participación en la sociedad digital.
La igualdad de género en el ámbito digital no sólo se trata de acceso, sino también de representación y participación. Las mujeres están subrepresentadas en campos como la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (STEM), lo cual perpetúa estereotipos y limita las oportunidades de liderazgo y desarrollo profesional.
La inclusión digital y la igualdad de género no son solo cuestiones de derechos y justicia social, sino también de crecimiento económico. Estudios del Banco Mundial y otras instituciones han demostrado que aumentar la participación de las mujeres en el mercado laboral y en la economía digital puede impulsar significativamente el PIB de un país. Además, la diversidad de género en los equipos de trabajo ha demostrado mejorar la innovación y la toma de decisiones empresariales. Las empresas que adoptan políticas inclusivas y equitativas no sólo benefician a sus empleados, sino que también obtienen una ventaja competitiva en el mercado global.
El Futuro Digital: Un Enfoque Inclusivo
Para asegurar un futuro digital inclusivo, desde la ONG MUJERES JEFAS DE FAMILIA A.C. levantamos la voz para decir que es crucial adoptar políticas que promuevan la igualdad de género, los derechos humanos y la equidad económica. Algunas acciones clave que recomendamos incluyen:
1. Educación y Capacitación: Ofrecer programas de formación digital accesibles para mujeres y niñas, especialmente en áreas rurales y en países en desarrollo.
2. Iniciativas de Inclusión: Implementar políticas que fomenten la participación de mujeres en roles de liderazgo en la industria tecnológica.
3. Protección de Derechos: Garantizar que las plataformas digitales respeten y protejan los derechos humanos, incluyendo la privacidad y la seguridad en línea.
4. Eliminación de Estereotipos: Combatir los estereotipos de género en la tecnología mediante campañas de sensibilización y promoción de modelos a seguir femeninos.
5. Equidad Económica: Promover políticas que faciliten la participación económica de las mujeres en el ámbito digital y en la economía en general.
Con estas acciones las perspectivas económicas son prometedoras. Se proyecta que para 2026, el 40% de los nuevos empleos tecnológicos serán ocupados por mujeres, lo que podría inyectar hasta $180 mil millones adicionales al PIB global, según estimaciones del Banco Mundial.
Cuando ellas lideran: la inclusión como motor de éxito:
Según datos recientes del Instituto Global de Tecnología y Género, la participación de mujeres en puestos de liderazgo tecnológico ha aumentado un 27% en los últimos tres años. Este incremento no es casualidad, sino el resultado de iniciativas específicas y cambios estructurales en la industria. Empresas como TechFemPower, fundada por la emprendedora Marina Suárez, han demostrado que la diversidad no solo es una cuestión de justicia social, sino de ventaja competitiva. “Cuando las mujeres están al frente de equipos tecnológicos, vemos un aumento del 35% en la innovación de productos y un 42% más de eficiencia en la resolución de problemas”, señala Suárez, citando un estudio longitudinal realizado en 500 empresas tecnológicas entre 2022 y 2024.
El caso de éxito de Laura Martínez, CEO de DataWomen, ilustra el potencial de ruptura de estos paradigmas. Su empresa, especializada en análisis de datos con perspectiva de género, ha revolucionado la forma en que las organizaciones abordan la diversidad. “No se trata solo de contratar más mujeres”, explica Martínez, “sino de transformar la cultura empresarial desde sus cimientos”.
Los números respaldan esta visión. Las empresas tecnológicas con al menos un 30% de mujeres en puestos directivos muestran un rendimiento financiero 21% superior a aquellas con menos diversidad de género, según el último informe del Observatorio de Equidad Digital.
El fenómeno no se limita a las grandes urbes. En zonas rurales, iniciativas como “Código Rural” están capacitando a mujeres en programación y habilidades digitales. María González, coordinadora del programa, reporta que el 78% de sus graduadas han encontrado empleo en el sector tecnológico o han iniciado sus propios emprendimientos digitales.
WomenCiso de Google, un programa liderado por Lorena Bravo se dedica a empoderar y unir a las mujeres en ciberseguridad, fomentando la colaboración, el intercambio de conocimientos, recursos valiosos y estrategias de ciberseguridad utilizadas para proteger los datos personales y corporativos y evaluar riesgos para mejorar sus ciberdefensas.
Como podemos leer, la interseccionalidad juega un papel crucial en esta transformación. Las mujeres de minorías étnicas, diferentes capacidades y diversos orígenes socioeconómicos están encontrando en la tecnología una vía para la movilidad social y el empoderamiento económico.El programa “Tech Sin Fronteras” ha beneficiado a más de 5,000 mujeres de comunidades vulnerables, con una tasa de inserción laboral del 65%.
Las mujeres no solo están ocupando espacios, están transformando la manera en que la innovación impacta en la sociedad. El desafío ahora es mantener este impulso y asegurar que los avances sean sostenibles y escalables. Como sociedad, no podemos permitirnos perder el talento y la perspectiva de más de la mitad de la población. La tecnología del futuro debe ser diseñada, desarrollada y liderada por equipos diversos que reflejen la riqueza de nuestra sociedad.
Es hora de amplificar estas voces femeninas y asegurar que la próxima generación de líderes tecnológicos sea verdaderamente representativa de nuestra sociedad global.