Miércoles 12 de Marzo de 2025 | Aguascalientes.

Jornada mundial del enfermo… ¿y los cuidadores?

Plano P. Rodrigo Macías Mora | 07/02/2025 | 17:29

Hablar del cuidado integral de un enfermo, es un tema complejo, en el que no nos podemos limitar a garantizar que quien se encuentra enfermo goce únicamente de sus medicamentos. Atender de manera integral a un enfermo tiene que ver con pensar en cuidar la parte afectiva, espiritual, mental. De manera que la atención de un enfermo o de un adulto mayor siempre será un reto para todas las familias.
 
El 11 de febrero fiesta de nuestra Señora de Lourdes se celebra en la Iglesia la Jornada Mundial del Enfermo, en la que se ora de manera especial por todos ellos al tiempo que se busca sensibilizarnos más a cada uno de nosotros respecto a ese tema. Sin embargo, en medio de todo esto me ha resultado la inquietud de pensar y decir una palabra a las personas que cuidan de los enfermos. 
 
En los años que llevo de ministerio sacerdotal, frecuentemente me he encontrado con personas que cuidan a sus enfermos, personas que de manera libre y generosa hacen que el día tenga más de 24 horas para lograr sacar adelante a sus familiares de la enfermedad, o bien acompañarlos en su última etapa de la vida.  Les he visto cansados, no únicamente físicamente, sino cansados en su ánimo pues algunos de ellos tienen que lidiar día a día con la angustia del futuro. Soy consciente que en la mente de muchos de ellos al tiempo que atienden a sus enfermos son atacados por la angustia de la falta de medicamentos, el encarecimiento de la atención sanitaria o la preocupación constante por el detrimento en la salud de su ser querido. Lamentablemente en no pocas familias la atención a un enfermo o adulto mayor se convierte en causa de división, en la que no todos se involucran y con mucha facilidad se disculpan de su responsabilidad hacia el otro.
 
Querido cuidador, tu trabajo es silencioso y en muchas ocasiones poco reconocido, seguramente más de alguna vez tu misma familia te ha podido culpar de algo que no te compete. En medio de tu cansancio sigue haciendo lo que te toca y más de lo que te corresponde. La atención que damos al enfermo o adulto mayor estoy seguro que es una ofrenda agradable a Dios. 
 
En el hermano que sufre está Jesús, dejémonos encontrar por Dios en el rostro desgastado del hermano que sufre. Nunca cerremos nuestro corazón a las personas que sufren. Hagamos en esta vida una revolución de la ternura como lo ha manifestado el papa Francisco.
 
El papa nos dice: “no advertimos que aislar a los ancianos y abandonarlos a cargo de otros sin un adecuado y cercano acompañamiento de la familia, mutila y empobrece a la misma familia. Además, termina privando a los jóvenes de ese necesario contacto con sus raíces y con una sabiduría que la juventud por sí sola no puede alcanzar” Fratellitutti 19.