¿Golfo de México o Golfo de América? Esto recuerda aquel momento en el que nuestro expresidente Andrés Manuel López Obrador, durante una gira en Baja California y Sinaloa, pidió cambiar el nombre del Mar de Cortés por el de Golfo de California. “Antes se llamaba Mar de Cortés, pero ya le vamos a cambiar el nombre. Es Golfo de California, ¡qué Mar de Cortés ni qué nada!”, fueron las palabras del expresidente. Este tipo de declaraciones, que buscan provocar y acaparar la atención mediática, no son exclusivas de México. En la política contemporánea, tanto en nuestro país como en Estados Unidos, las agendas mediáticas han adquirido una importancia desproporcionada frente a las necesidades reales de la ciudadanía.
Mientras que los medios y los políticos disputan el control de la narrativa, el ciudadano común se encuentra lejos de los reflectores, luchando día a día por resolver problemas reales: empleo, educación, seguridad y salud. En este contexto, vemos cómo las palabras de los líderes muchas veces buscan posicionar una imagen pública más que generar acciones concretas. Así, los políticos de ambos lados de la frontera buscan erigirse como "salvadores", prometiendo soluciones que, en muchos casos, no llegan a materializarse.
En Estados Unidos, Donald Trump, a pesar de sus numerosos escándalos legales, ha demostrado una habilidad singular para dictar la agenda mediática. Lo hace a través de las redes sociales, particularmente plataformas como Meta y X (anteriormente Twitter), con el respaldo estratégico de su asesor Elon Musk, el sudafricano propietario de X. Trump parece haber adoptado el formato de conferencias diarias, muy similar al de las mañaneras que popularizó López Obrador, y podría replicarlo a su regreso a la Casa Blanca. Esto, sin duda, refuerza su influencia política en buena parte del hemisferio occidental, incluyendo a México.
En este contexto, resulta útil recordar el marco conceptual del mundo empresarial y estrategico denominado "BANI", un acronimo en inglés que describe las características del entorno actual: quebradizo (brittle), generador de ansiedad (anxious), no lineal (non-linear) e incomprensible (incomprehensible). Estos términos se ajustan perfectamente a la dinámica de caos y desconcierto que domina la política y la sociedad de nuestros tiempos, donde las decisiones parecen cada vez más influenciadas por la percepción pública que por la realidad objetiva.
Un ejemplo de esta desconexión entre agenda mediática y realidad es la retórica de Trump sobre la migración. Aunque critica ferozmente a los migrantes, los datos revelan que Estados Unidos enfrenta un desafío demográfico significativo: según el informe de Statista (2023), para 2027 habrá un déficit de 6 millones de trabajadores debido al envejecimiento de la población. Por primera vez en la historia del país, los ciudadanos que cumplan 65 años superarán en número a los que cumplan 16 años. Este fenómeno pone en riesgo sectores clave como la sanidad, la construcción y los oficios técnicos dominados históricamente por hombres y cuya mano de obra escaseará, lo que contradice los esfuerzos de Trump por restringir la migración, especialmente la proveniente de México y Centroamérica.
A esto se suma que, según el Brookings Institution, alrededor de 4.6 millones de estadounidenses en edad laboral están fuera del mercado de trabajo debido a problemas relacionados con adicciones, encarcelamientos o desmotivación laboral. Este contexto refleja una contradicción importante: mientras se endurecen las políticas migratorias, la economía de Estados Unidos requiere cada vez más trabajadores jóvenes, educados y especializados, perfiles que muchas veces solo se encuentran entre los migrantes.
En México, en tanto, se critica a la presidenta Claudia Sheinbaum por su apuesta por la educación como vía para combatir las adicciones. Sin embargo, la evidencia internacional respalda esta estrategia, los países que han logrado cambios estructurales positivos han invertido fuertemente en la educación de sus ciudadanos. A pesar de las críticas, invertir en habilidades y conocimientos para las nuevas generaciones es la única forma sostenible de responder a los desafíos de un mundo cada vez más competitivo y cambiante.
Ante las bravatas de Trump y la narrativa y agenda mediática que busca dominar, México necesita una estrategia más serena y enfocada. Es momento de fortalecer la cooperación con otros países que se sienten amenazados por este tipo de retórica y, al mismo tiempo, preparar a nuestra población de toidas las edades, con nuevas habilidades que respondan a las demandas de estos tiempos inciertos. Solo así podremos enfrentar los retos del futuro con mayor resiliencia y menos dependencia de agendas externas.
“Está bien tener los huevos en una sola canasta, siempre y cuando controles lo que le sucede a esa canasta”: Elon Reeve Musk